Pedríto (derecha) y Paco tienen un espacio fijo en la Marraja -y en todo Vélez Blanco-, lo tienen reservado para todo el año, aunque sólo lo utilicen en las vacaciones de Verano.Hace, también, cerca de cuarenta años que se abandonaron el pueblo con su familia -son hijos de "la Tocha"- en busca de un mejor porvenir. Tienen toda un vida hecha en Cataluña, pero en su su memoria y en sus sentimientos guardan una calidad de vida a la que le gustan regresar.
Cultos, amables, simpáticos, sociables, dichareros, siempre están dispuestos a mantener conversaciones educadas, inteligentes o ingeniosas con todos los que estén dispuestos. Desde las mesas de marmol blanco, engalandas con tintos de verano y alguna tapa, deparan y filosofan, sin que el tiempo sea una preocupación, con Antonio, Pedro, Bernardo, Momo o Luis. Paco, compañero de carreras por los alredores, mantiene su curiosidad sin límites, incluso cuestas más empinadas.
Ahora, a finales del verano, cuando la Marraja se comienza a despoblar, su hueco es mas palpable, pero tranquiliza saber que volverán.
1 comentario:
Escuchando a Ben Harper he entrado en tu página (en la de todos), y la verdad es que tu comentario me ha tocado mi lado más sensible. En pocas palabras has dicho mucho.
Hay poesÃa.
Todos esos momentos sólo se consiguen si a tu alrededor se respira vida, nobleza y buen rollo.
Lo bueno es que como todas las cosas en la vida tienen ese sabor cuando se absorben lentamente y en poco espacio de tiempo.
He estado varios dÃas sin correo, ya me dirás algo de si te han gustado mis orientaciones músicales.
Ten por seguro que volveremos, y espero seguir gozando de momentos tan extrañables.
Ya te iré realizando comentarios sobre .....
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