Manel, es un hijo del pueblo, que de pequeño tuvo que emigrar, con toda su familia, a Cataluña allá por los años sesenta para poder subsisitir. Allí ha conseguido salir adelante. Sin embargo, añora el pueblo, le gusta volver para las fiestas y mimetizarse con el medio.Cuando nos lo encontramos el otro día, con su aire cordial, dinámico y emprendedor, quería subir a la Muela de Montalviche (1.554 m.) una mole simbólica de la comarca. Nos puso día y hora.
Allí estábamos Jose, Paco, él y un servidor, que después de dejar el coche en la solana ascendimos lentamente durante 1.48 m. hasta alcanzar nuestro cometido. El día fue espléndido, ni frío ni calor, las vistas maravillosas, los buitres espectaculares, la compañía encantadora. A lo largo de todo el recorrido no nos faltó conversación, entre otras razones por el encuentro y el reconocimientos de dos «catalanes» (Manel y Paco). Tardamos 1.25 m. en la bajada, con el tiempo suficiente para asearnos e ir a la Marraja a contar nuestra heroicidad y los «miles» de buitres que nos habían acechado.
Ha sido tan sencillo hacer feliz a Manel.
1 comentario:
Paco quiero agradecerte que aceptaras la idea de subir a la muela, tengo que confesar que no las tenia todas conmigo y no estaba seguro de poder hacerlo, pero con unos profesionales como tu, Jose y Paco se sube hasta el Everest. Nota: he disminuido el habito del tabaco en un 40% desde ese día, siempre se aprende algo nuevo en Velez-Blanco. Manel
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