domingo, julio 08, 2007

07/07/07e MAHLER ENAMORADO (∑π, επ)

La Staatskapelle Berlin (violines, violas, violonchelos, contrabajos, arpa, flautas, oboes, clarinetes, fagoes, tombas, tormpetas, tombones, tubas, timbales y percusión) dirigida por Daniel Barenboim es la encargada de cerrar el Festival de Música de Granada, ayer con la quinta sinfonía de Mahler. Compuesta en 1902 y estrenada en Colonia el 18 de octubre de 1904 con dirección del propio Mahler. Una sinfonía politonal y vital, con un recorrido desde la alegría vida a la muerte.
La tristeza y la muerte presente en los dos primeros movimientos de la sinfonía se centran en la marcha fúnebre (a mi parecer, hasta el punto de recordar algunas de las marchas procesionales de semana santa)
La vida en el Adagietto para arpa y cuerdas, y que fue concebido como un regalo de compromiso. Al parecer el compositor (de 42 años) estaba influenciado por su matrimonio con la joven Alma Schindler (21 años menor que él), con la que contrajo matrimonio después de tres meses de noviazgo. Es muy conocido gracia a la película Muerte en Venecia.
El matrimonio duraría hasta 1910 en que Alma reprocha a Mahler haberla abandonado por el trabajo. Este escribía Alma en 1910 (murió en 1911): “Si no está a mi lado, al menos tengo que poder pensar en ella o escribirle. Almita... ¿Cuándo vienes, corazón mío? ... Tú sabes que soy fundamentalmente un colegial, pero una parte de padre de familia y de esposo, o como tú quieras denominarlo, ha pervivido en mí, ¡y quiere saber cómo están físicamente mi amada y mis amores! ... ¡Cuánto te echo de menos, cuánto, cuánto! Siempre tuyo, Gustav.
Nuestro querido Barenboim un maestro para dirigirnos por estos derroteros.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Hacia algún tiempo que no entraba en tu bitácora la verdad es que he tenido que leer un buen rato para ponerme al día, Alejandro me comento ayer que se encontraba en ella, y he aprovechado esta mañana para visitarte, me han sorprendido y encantado los dos artículos “ Mahler enamorado” y “ la democracia de la música” por cierto hablando del siete Mahler nació el siete de Julio. Homeostasis , a mi también me interesa mucho,”… el éxito o fracaso de la humanidad depende, en gran medida….”cuando se producen momentos de prosperidad, generalmente las manifestaciones suelen ser hacia las artes, por ello quizás desde hace mas de una década venimos asistiendo a la creación de espacios culturales de todo orden( teatros, museos, auditorios, etc) y a la creación y consolidación de grandes eventos, así como a la multiplicación de oferta cultural en todas las ciudades españolas, ( menudo Festival de Música Renacentista y Barroca de Vélez- Blanco) Creo que todo esto son indicadores de bonanza económica y de que en este momento las personas que gestionan nuestros recursos tienen las ideas muy claras. Las instituciones que no velan por sus ciudadanos en todo aquello referente a su “bien-ser” no puede de ninguna manera proporcionar “bien-estar”. La cultura es el bien supremo de una sociedad. Por lo tanto estas manifestaciones también se dan no solo como un acto liberador, también en ocasiones como actos reivindicativos. Al oír la música escuchamos al mundo, como decía antes el Amor lo situamos en el corazón, creo que por eso la música también sea el verdadero y suficiente lenguaje del corazón, ya que esta es reveladora al mas alto grado; expresa una relación directa, inmediata, entre el corazón y su objeto supremo, que podríamos llamar sin ninguna connotación religiosa, “Cielo”. La música elimina las situaciones para ir directamente a los sentimientos, de esa manera al no mezclar con la vida del corazón nada de la vida de los demás sentidos adquiere una intensidad de expresión no lograda por ningún otro arte. Así es que al escuchar cada uno desde sus posibilidades y sus capacidades todos tendremos unas sensaciones reales aunque nunca iguales. Nos veremos en ese maravilloso Festival de música que muy bien anuncias, para escuchar al mundo, e intentar contrarrestar otros tipos de manifestaciones, que por desgracia también abundad, y que no son precisamente pacificas, ni de carácter cultural. Leopoldo