Ayer me tocaba hacer una ruta algo larga como preparación de la pretendida travesía de la sierra dentro de 2 semanas. Elegimos -Juanmi y un servidor- el río Dilar. Hacía tiempo que hacíamos este recorrido. Comenzamos poco antes de la central eléctrica y a partir de ahí siempre al lado del río, que lo fuimos cruzando una y otra vez. El firme irregular y algún que otro repechón hicieron que el esfuerzo fuera constante. La temperatura era elevada, cerca de los 30º, pero al ir, la mayor parte del tiempo, refugiados en la vegetación de las orillas parecía más llevadero.
La vereda transcurre desde los 1.100 y los 1.300 metros encajonada entre los márgenes escarpados. En el margen izquierdo los impresionantes Alayos, en el derecho el canal de la espartera siempre por encima de nosotros. Una hora en sentido ascendente y 47 m. en la vuelta.
Contacto directo con una naturaleza espectacular y, en muchos momentos, casi salvaje.
La vereda transcurre desde los 1.100 y los 1.300 metros encajonada entre los márgenes escarpados. En el margen izquierdo los impresionantes Alayos, en el derecho el canal de la espartera siempre por encima de nosotros. Una hora en sentido ascendente y 47 m. en la vuelta.
Contacto directo con una naturaleza espectacular y, en muchos momentos, casi salvaje.
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