Lo dice el presidente andaluz Jose Antonio Griñán, en una entrevista a propósito de de la eterna capacidad para erotizar de Marilyn Monroe: "Marilyn era irregular, asimétrica, los ojos separados, la nariz torcida. Pero gusta. La perfección no. La perfección es fascista. El que la busca está equivocado. La imperfección es más hermosa". Habrá que hacerle caso a nuestro presidente.
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