Hace unos días caminaba bajo la lluvia. En Granada al menos hay que celebrar estos acontecimientos. Iba absorto en algunos asuntillos administrativos que me han tenido últimamente algo preocupado. El destino era un médico osteópata, que me ayuda a equilibrar mi lado izquierdo, que por causas crónicas en la pierna me está causando problemas en el gemelo, la cintura y ahora en el hombro. Siempre es halagador que alguién te cuide y te de buenos masajes como los hace Jose. Al llegar, la administrativa me hizo la pregunta de rigor - ¿Qúe tal va todo? la repuesta también algo rigorista: yo: muy bien; adm.: claro tu siempre vas riendo; yo (respuesta espontánea, no pensada): "los privilegios permanecen a pesar de todo". Me gustó. Que suerte tenerla interiorizada.
Servía para certificar lo que les digo a los alumnos pensar en clave de paz imperfecta, realizar un giro epistémico. Creo que es fruto del un giro ontológico optimista, que no es otra cosa que pensarnos desde las potencialidades y los privilegios que tenemos para incidir en nuestras vidas.
Que suerte ser un naúfrago vivo, ser humano, vivir en esta época, en un país democrático, en Granada, poder trabajar por la paz, compartir los afectos con tanta gente, ... Son muchos los privilegios que permanecen a pesar de los problemas que siempre nos acompañaran.
PD: La fortuna, igualmente, me ha conducido, mientras buscaba una imagen para el apunte, al "arbol de la vida· de Gustav Klint. Toda una maravillosa sorpresa.
Que suerte ser un naúfrago vivo, ser humano, vivir en esta época, en un país democrático, en Granada, poder trabajar por la paz, compartir los afectos con tanta gente, ... Son muchos los privilegios que permanecen a pesar de los problemas que siempre nos acompañaran.
PD: La fortuna, igualmente, me ha conducido, mientras buscaba una imagen para el apunte, al "arbol de la vida· de Gustav Klint. Toda una maravillosa sorpresa.
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