Año de nieves año de bienes. ¿Será por esta razón que los granadinos estamos tan pendientes de la nieve en nuestra sierra? Es más que probable. Por eso las primeras nevadas nos hacen sentirnos felices y contentos. La cambiante naturaleza, adaptándose a las estaciones del año, nos recuerda que hemos pasado un año. Aunque en esta ocasión lo ha sido de manera vertiginosa, mientrás contemplábamos complacientemente los tonos amarillentos del otoño una ola de frío nos trasladó al invierno.La transformación del agua -líquido incoloro por excelencia- en sólido blanco que cubre todas las montañas cercanas, nos permitirá un sinfín de sensaciones, ilusiones y juegos, durante meses. Y a partir de ahí todos los riachuelos, tras un mas o menos largo recorrido que terminará en el Mediterráneo o en el Atlántico, de acuerdo con la dualidad caprichosa de las vertientes, serán una contribución relevante en el sostenimiento de la vida, Desde luego que merece la pena celebrarlo todos los años, como lo he hecho durante tanto tiempo con mis progenitores, aquellos que me vienen a la memoria, cada vez que escribo de sobre cualquier rincón de la Sierra. Al fin y al cabo fueron ellos los que me iniciaron en estos ritos.
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