lunes, mayo 14, 2007

MATI ESTÁ EN GRANADA (∑π)

Mati, la tercera a la izquierda, siempre ha tenido un excelente espíritu y sentido del humor a pesar de las dificultades y adversidades. Era una practicante, sin saberlo, de la ética del cuidado. Así la recuerdo. Quizás porque esta haya sido la única manera de sacar adelante a 9 hijos (todos ellos primos hermanos míos). El destino, que la llevó con Alfonso y toda su prole a Marbella, hace que solo nos veamos de vez en cuando.
Ayer vino a Granada y me hacía mucha ilusión encontrarme con ella, por un lado como una manera de recobrar una parte importante de mi infancia, de otro quizás con la oculta intención de devolverle parte del cariño que me dio desde que era pequeño. Su casa en el Zaidín fue una de mis primeras noches fuera de casa (todavía recuerdo el ridículo que hice -toda una noche llorando diciendo que mi madre me llamaba-).
Todo ha sido natural, como si no hubieran pasado los años ni sus avatares. La simpatía de Antoñita (nuera), Alfonsito (hijo) y Elvirita (hermana) hizo que el encuentro fuera absolutamente fluido. Puede que el gracejo de los «Mavit» sea una buena herencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bonita descripción, siempre le he hechado de menos un poco de esa vitalidad a Elvirita, que aún sigue rehusando usar patalones, pese a las insistencias en tiempos pasados.