Hospitalidad viene del latín hospitium y de hospes. Aunque ha sido una virtud que es conocida en los griegos antiguos desde los tiempos de Homero y también en todos los pueblos antiguos. Podemos decir que es una costumbre, para con los extranjeros, peregrinos, menesterosos y desvalidos, que favorece el buen funcionamiento de las sociedades. A estos se les da un buen recibimiento, acogida y asistencia a sus necesidades.
Ahora podemos hablar con mayor propiedad es por el seminario que clarividentemente impartió Octavio Salazar, de la Universidad de Córdoba, en el Instituto de la Paz, dentro del proyecto virtudes clásicas para la paz. El nos contó que la hospitalidad como principio ético de las religiones-sociedades y puso ejemplos: La hospitalidad mostrada por Abraham a los huéspedes, que resultan ser los ángeles del Génesis (El Corán 15, 51 y ss.); Manda acoger a los emigrados expulsados de sus hogares y despojados de sus bienes buscando satisfacer a Dios (59,8); Los emigrados por Dios que mueren serán emigrados por Él con el paraíso (22, 58-60), ... Maldito quien defraude de sus derechos al emigrante, al huérfano, a la viuda (Deuteronomio, 27,19); (el emigrante) será para vosotros como el indígena: lo amarás como a ti mismo (Levítico 19, 34); Dios... Hace justicia al huérfano y a la viuda, ama al extranjero dándole pan y vestido (Deuteronomio, 10,18); No oprimirás ni vejarás al extranjero porque emigrantes fuisteis vosotros en Egipto (Éxodo, 22, 20; Levítico 19, 33-39; Números, 15,15; Deuteronomio, 10,19)
Hubo un tiempo en que yo rechazaba a mi prójimo si su religión no era como la mía. Ahora, mi corazón se ha convertido en pradera de gacelas y claustro de monjes cristianos, templo de ídolos y Kaaba de peregrinos, tablas de la Ley y pliegos del Corán. Porque profeso la religión del amor y voy adonde quiera que vaya su cabalgadura, pues el amor es mi credo y mi fe Ibn Al Arabí.
Está claro que es una virtud de "rabiosa" actualidad y debe formar parte de una Cultura de la Ciudadanía y de la Paz.
Foto tomada de aquí.
Ahora podemos hablar con mayor propiedad es por el seminario que clarividentemente impartió Octavio Salazar, de la Universidad de Córdoba, en el Instituto de la Paz, dentro del proyecto virtudes clásicas para la paz. El nos contó que la hospitalidad como principio ético de las religiones-sociedades y puso ejemplos: La hospitalidad mostrada por Abraham a los huéspedes, que resultan ser los ángeles del Génesis (El Corán 15, 51 y ss.); Manda acoger a los emigrados expulsados de sus hogares y despojados de sus bienes buscando satisfacer a Dios (59,8); Los emigrados por Dios que mueren serán emigrados por Él con el paraíso (22, 58-60), ... Maldito quien defraude de sus derechos al emigrante, al huérfano, a la viuda (Deuteronomio, 27,19); (el emigrante) será para vosotros como el indígena: lo amarás como a ti mismo (Levítico 19, 34); Dios... Hace justicia al huérfano y a la viuda, ama al extranjero dándole pan y vestido (Deuteronomio, 10,18); No oprimirás ni vejarás al extranjero porque emigrantes fuisteis vosotros en Egipto (Éxodo, 22, 20; Levítico 19, 33-39; Números, 15,15; Deuteronomio, 10,19)
Hubo un tiempo en que yo rechazaba a mi prójimo si su religión no era como la mía. Ahora, mi corazón se ha convertido en pradera de gacelas y claustro de monjes cristianos, templo de ídolos y Kaaba de peregrinos, tablas de la Ley y pliegos del Corán. Porque profeso la religión del amor y voy adonde quiera que vaya su cabalgadura, pues el amor es mi credo y mi fe Ibn Al Arabí.
Está claro que es una virtud de "rabiosa" actualidad y debe formar parte de una Cultura de la Ciudadanía y de la Paz.
Foto tomada de aquí.
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