lunes, mayo 16, 2005

TARIK RAMANDAN

El pasado jueves asistí a una conferencia de Tarik Ramadan, cuyo título era «Terrorismo, Islam y Occidente», tenía interés en escucharlo, ya que lo hemos invitado al Congreso «La Paz en las Culturas políticas mediterráneas» - http://www.ugr.es/~gijapaz/almeria.htm -. Ante todo quiero decir que la coferencia me pareció absolutamente correcta, asi me lo confirmaron muchas de las personas que asistieron a la conferencia tales como Bea, Mila, Rajaa, Nesrine, Antonio, Kamal o Viviana. En lo que sigue utilizo algunas ideas que recuerdo surgidas en conversaciones posteriores. En primer lugar, la apelación a la «complementariedad» y la «complejidad» y la «autocrítica», como criterios de compresión y análisis. Estos deberían ser utilizados desde la responsabilidad de los gobernantes y los ciudadanos, con una tradición cultural u otra, creyentes y no creyentes. En segundo lugar la gran capacidad de «adaptación» del Islam a diversas realidades culturales conservando su mensajes centrales [esta idea es muy interesante porque apunta hacia cierta capacidad de «universalidad»]. Y, por último -que yo recuerde como importante, la «ideología del miedo» alimentada por Occidente para justificar sus acciones y su poder.
Todo correcto, tanto que cabe preguntarse por qué Tarik Ramanda es controvertido. Lejos de mi -un «ateo-religioso»- de estar totalmente de acuerdo con este señor, pero es dificil comprender incialmente por qué estas ideas son tan polémicas. En esencia podríamos decir que su mensaje, dirigido a la par para musulmanes y europeos, es que es posible la existencia de un islam europeo que respete -y tambien se beneficie, por qué no- de la democracia. O, dicho de otra forma, la democracia puede aceptar sin ningún problema a los musulmanes en su interior y, además, podría foralecerse con ello. Todo el resto de argumentos (religiosos, filosóficos o sociológicos) giran en torno a esta idea. Una idea que en boca de cualquier europeo de origen «cristiano» no supondría ningún problema.
Creo que la razón de esta controversia puede ser que a Europa no le agrada nada tener al islam en su seno, le resulta incómodo, le crea contradicciones, le obliga a revisar sus principios, le rompe su «confort» cultural. Pero, paradójicamente, no estamos hablando de una teoría abstracta, sino que las migraciones, la interculturalidad, el colonialismo, la globalización, han ubicado a millones de musulmanes en Europa. Podemos seguir especulando, pero cuanto más tardemos en dar respuesta a esta realidad más posibilidades tendremos de que existan mayores distorsiones.
Hay un doble discurso democracia-abierta/islam-peligro que puede ser atribuido a un lado u otro, incluso a la doble moral, pero cuando las explicitaciones, las intenciones y las prácticas son claras lo que pued que exista es una «doble audición» -como decía Tarik Ramandan- se escucha lo que se quiere dependiendo de quién lo diga.
Le insistí al conferenciante sobre la importancia de la noviolencia y la respuesta fue muy clara y positiva. Asimismo pudimos conversar sobre el problema de que muchos de los terroristas -que fueron condenados sin paliativos- fuesen de origen musulmán lo que es una dificultad añadida a todo este debate de aproximación multicultural. La pobreza, el sentido de marginación, la ausencia de democracia -en lo que coinciden la mayoría de los analistas- son argumentos de partida, otra una interpretación viciada de los principios islámicos podría ser otra. Sin duda que hay que profundizar en todo esto para que desarezca el terrorismo y sus causas.
Una coincidencia en el tiempo. Hoy comienza a declarar Taysir Alony en el juicio que en la Audiencia Nacional se sigue por la pertenencia a banda armada. Como he expresado en otros comentarios de esta bitácora, puede que una visión inmadura, distorsionada del islam, dificulte la valoración justa de estas situaciones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La educaciòn clàsica tiene el inconveniente de que perpetùa en los hombres una forma constante y tradicional de considerar el mundo;asì, no lo vemos màs que a travès de las lentes que nos han colocado en la nariz, y necesitamos hacer increibles esfuerzos para ver las cosas a simple vista con la mirada de nuestra inteligencia.De ahí, que todos hablemos de Dios con la misma inepcia,y que la idea de la guerra no nos subleve, pues tuvieron buen cuidado de acostumbrarnos a los Cèsares; de ahì, tambien,que la sociedad se sostenga mediante una ceguera general.En todo lo que es ajeno a las ciencias exactas,, el maestro deberia poder limitarse a desarrolar el sentido del alumno de una manera abstracta, para que èste pudiera aplicar al estudio del orden moral facultades potentes, pero libres. Hay que reconocer que no se puede educar así.RAPIDA