Era invierno, como podreis comprobar por los abrigos. Abel, siempre discreto, amable, atento, ... muy capaz, vino de Culiacan del mismo lugar que Omar, Susana de Argentina, después de pasar por la Canarias y no se sabe cuantos lugares mas, y Maury de la alegre Barranquilla. Allá estábamos todos de todos después de hablar de nuestros asuntos y degustar unos exquisitos salmonetes fritos por María y servidor con gracejo por Mariadelmar (que también es fotógrafa).
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