La ligereza de equipaje siempre es un buen consejo, para las pasiones, las posesiones y los kilos. Esta ligereza ascetica es -tiene que serlo- compatible con el verdadero hedonismo. Ambos tienen que ir de la mano.
Este mensaje renovado viene de un poema (Retrato, 1902) cargado de humanismo de Antonio Machado, después cantando por Serrat (y posterioremente rememorado por Nino Bravo en Un beso y una flor, Sabina en Peces de ciudad, etc.).
Tener una mochila ligera es una manera inteligente de ir por el mundo. Saber ser ascético es estos momentos (consumismo y/o crisis) es una muestra de calidad humana con pretensiones de programa social.
En cualquier caso para gestionar el naufragio del que participamos de una u otra forma (por no controlar todas las circunstancias, la complejidad, de nuestras vidas -de ahí el nombre de esta bitacora-), mejor ligero de equipaje.
La imagen es Cocoon Dawn Chorus Kevin Tolman
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