En mis clases de historia repito, continuamente, que las para entender las dinámicas sociales es necesario saber que las negociaciones se pueden estar produciendo en cualquier circunstancia, tiempo o espacio, entre todos los actores, incluso en los tiempos de guerra. Esto es necesario para comprender, el papel de la diplomacia, las alianzas y la paz en el devenir histórico, pero también para no tener una visión estentórea o violentológica de los acontecimientos. La negociación es un mecanismo que pone en contacto, yo diría que permanentemente, a los actores de un conflicto. Una microfísica de la negociación, basada en una visión reticular del poder, nos permitiría ver que esta se produce en las mesas oficiales, en los pasillos, en otras instituciones y organizaciones, en los parlamentos, en las cárceles, en las plazas, los ateneos, los bares, etc. Por eso es bueno dejar siempre abiertas las puertas a la negociación, frente a aquellos que tienen la visión mecánica o antagonista del todo o la nada, para alcanzar que los conflictos sean regulados lo más pacíficamente posible..En el periodico Elpais aparececió hace unos día el artículo Vuelven los mediadores internacionales y en el diario El Mundo otro de Gerry Adams Punto final al terrorismo, en los que parecía indicarse que se podría estar entreabriendo las puertas a una nueva negociación entre ETA y el estado español. En la prensa ha habido distintas informaciones en este sentido, especialmente a partir del documento Zutik Euska Herria, en el que la izquierda aberzale se desmarca de la violencia como instrumento político. Bien abiertas sean todas las puertas de la negociación. Que corra el aire!
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