Después de un placentero sueño me he levantado en un nuevo año -por designio de la astrología-. Ayer cené moderadamente en el cortijo de Leo con acompañantes amables y cariñosos. Me acosté relativamente temprano y no vi apenas tv.
Hoy he podido comprobar que respiraba bien, mis constantes vitales parecían estar en su punto, mis ojos han percibido la luz del día a través de las cortinas, mi piel sentía cálidamente la atmósfera que me rodeaba en el dormitorio, percibía un pequeño y confortable murmullo de sonidos caseros, no tenía ningún dolor especial, si exceptuamos algunas reconfortantes agujetas de la carrera de ayer en un bosque. A través de la ventana se ve el cielo, las montañas, los árboles, pájaros y algunas casas (El paisaje es el mismo pero la foto es del año pasado, no tenía otra mejor al alcance y quizás este sea más acorde para esta época del año).
Un gustoso desayuno me ha servido para desperezarme. El agua en la cara ha contribuido a esta labor. La leña hace que la casa esté cálida. Había gente a mi alrededor con la que he compartido caricias, gestos cariñosos y alguna ligera conversación. Como casi todo los días he leído algo. He pensado cosas livianas. Tengo todo el día por delante para elegir entre diversos proyectos «vitales» de mayor o menor alcance. Estoy leyendo y estudiando cosas de Paz. Es posible que me tome una un vino con los amigos. Seguro que compartiré una buena comida.
Es un día luminoso, tranquilo y feliz. Pienso que mañana puede ser parecido, quizás así logre poco a poco un feliz año.
Hoy he podido comprobar que respiraba bien, mis constantes vitales parecían estar en su punto, mis ojos han percibido la luz del día a través de las cortinas, mi piel sentía cálidamente la atmósfera que me rodeaba en el dormitorio, percibía un pequeño y confortable murmullo de sonidos caseros, no tenía ningún dolor especial, si exceptuamos algunas reconfortantes agujetas de la carrera de ayer en un bosque. A través de la ventana se ve el cielo, las montañas, los árboles, pájaros y algunas casas (El paisaje es el mismo pero la foto es del año pasado, no tenía otra mejor al alcance y quizás este sea más acorde para esta época del año).
Un gustoso desayuno me ha servido para desperezarme. El agua en la cara ha contribuido a esta labor. La leña hace que la casa esté cálida. Había gente a mi alrededor con la que he compartido caricias, gestos cariñosos y alguna ligera conversación. Como casi todo los días he leído algo. He pensado cosas livianas. Tengo todo el día por delante para elegir entre diversos proyectos «vitales» de mayor o menor alcance. Estoy leyendo y estudiando cosas de Paz. Es posible que me tome una un vino con los amigos. Seguro que compartiré una buena comida.
Es un día luminoso, tranquilo y feliz. Pienso que mañana puede ser parecido, quizás así logre poco a poco un feliz año.
3 comentarios:
Maravillosa entrada para comenzar el año. Estoy convencido, y eso te deseo, que encontrarás e investigarás la paz más y mejor que el año ya terminado. La fotografía espectacular. Un abrazo y feliz año nuevo!
Pd.- Sin referencias a la astrología habría sido perfecto ;)
A ver por donde nos perdemos este año (por la Sierra)
feliz año nuevo! aunque un poco atrasada ya. un año mas pesa un poco eh?
Publicar un comentario