miércoles, noviembre 22, 2006

RELACIONES DE GÉNERO IMPERFECTAS (∑, επ)

Ayer asistí a una mesa redonda sobre los objetivos del milenio en clave de género organizada por la ong APY-Solidaridad. En sus intervenciones Cristina Vallle, Mila Ramos y Vanessa Casado se centraron principalmente en la denuncia de la violencia de género mientras por contra, Elena Díez lo hizo sobre mujeres y paz.
Mientras que de los objetivos del milenio de Naciones Unidas, el número 3 es Promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer, sin embargo, al hablar de igualdad en la mayoría de las veces se termina hablando de la violencia, desdibujándose otras muchas perspectivas que fomentan la igualdad y, subrayo, la autonomía de las mujeres.
Hace algún tiempo que estoy pensando en esto, ya que las relaciones de género, siendo siempre conflictivas, terminan siendo abordadas -desde una perspectiva reduccionista- en su relación con la violencia, olvidando sus manifestaciones de paz. Buscamos la ternura, la dulzura, el amor entre mujeres y hombres, entre personas, lo practicamos cada vez que podemos, disfrutamos, nos jactamos de ello y, por contra lo representamos socialmente con mayores dimensiones en clave de violencia. Una violencia desalentadora y desmovilizadora.
Puede que guiados por la creencia de que cuanto más claro esté el mal más claras y cercanas estarán las soluciones. Pero esto no es del todo cierto, como bien sabemos los investigadores de la paz, sobre todo porqué se pierden de vista las alternativas y, sin duda, las mejores son aquellas que promueven lo que funciona correctamente.
Por qué no hablar, también, de Paz de Género o Amor de Género, sobre todo por su fuerte carácter terapéutico y transformador. Si vis pacem para pacem.

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