viernes, noviembre 04, 2005

REVOLUCIÓN CULTURAL


Ayer asistí con gusto a la inaguración de la exposición De las manos negras al Sol rojo: Los carteles de la Revolución Cultural China, en la Corrala de Santiago y el Carmen de la Victoria. Que grande es China. Que ingnorancia tenemos de esa parte de la historia de la humanidad. Como cambian los tiempos. como se desprestigian paulatinamente las revoluciones. «Solo un 4% de las personas participan en la toma de decisiones, las que están ligadas al Partido Comunista, ... sólo unos 40 millones de personas», ... «La revolución cultural pudo traer consigo la muerte de más de 30 millones de personas...», ... Y, sin embargo, muchos creímos en sus lemas de igualdad y justicia, ...
Poco a poco se va descubriendo que detrás de cada revolución hay un baño de sangre, un regero de violencia que empequeñece, hasta enmudecer, las conquistas sociales y políticas de las mismas. Es como si el asalto a palacios, los fusilamientos, la guillotina, la deportaciones o los encarcelamientos, fueran una lacra de la que no se pueden desprender a pesar de las buenas declaraciones e intenciones. Que pena que los esfuerzos libertadores y liberalizadores terminen por ser esclavos de la violencia.
No nos cabe otra alternativa que renunciar a cualquier forma de violencia, de las que somos esclavos y de las que querermos liberarnos. Confiar en los impulsos libertadores pero gestionarlo con métodos noviolentos. Rememorar y revisar crítica y constructivamente las revoluciones es un buen aprendizaje cultural.

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