lunes, noviembre 07, 2005

HERMANAMIENTO CON CANTICORUM MEDICALE


Canticorum medicale es el nombre de un coro de Bélgica ¿Por qué hablar de él? Pues porque Mia y Guido, dos encantadoras personas de procedencia flameca-belga y de corazón cada vez más español, pertenecían a este grupo. Ahora, viven en Vélez Blanco (Almería, España), felices y contentos. Se desplazan casi siempre caminando desde su cortijo en el pago de Alancín, saludando amablemente los vecinos del pueblo con su balbuceante (Guido más) castellano, siempre con buen humor y la sonrisa en los labios, y pertenecen al coro del pueblo Velad Alabial (sobre el que ya hice algún comentario). Todo empezó cuando Guido se jubiló después de 42 años de médico de familia. Hartos, cansados de tanto trabajar y de soportar el estrés decidieron cambiar de aires y se desplazaron al sur.
Estos días han querido que algunos miembros de su coro de Bélgica les visitaran para hacerles participes de su bienestar, de sus paseos al sol, paisajes y conversaciones. Han montado toda una apretada agenda que incluía tapear en Vélez Blanco y Vélez Rubio, visitar las bodegas de Bullas (Murcia) y una actuación conjunta de los dos coros. Esta última actividad tuvo lugar en la Ermita de la Concepción (rehabilitada y cedida por José) con un repertorio flamenco y renacentista. Al final Canticorum Medicale invitó a cenar al Molino, todo exquisito, cantos incluidos. Fue una maravillosa velada. En este caso sin que nadie desentonara.
Canticorum medicale es el nombre de un coro de Bélgica ¿Por qué hablar de él? Pues porque Mia y Guido, dos encantadoras personas de procedencia flameca-belga y de corazón cada vez más español, pertenecían a este grupo. Ahora, viven en Vélez Blanco (Almería, España), felices y contentos. Se desplazan casi siempre caminando desde su cortijo en el pago de Alancín, saludando amablemente los vecinos del pueblo con su balbuceante (Guido más) castellano, siempre con buen humor y la sonrisa en los labios, y pertenecen al coro del pueblo Velad Alabial (sobre el que ya hice algún comentario). Todo empezó cuando Guido se jubiló después de 42 años de médico de familia. Hartos, cansados de tanto trabajar y de soportar el estrés decidieron cambiar de aires y se desplazaron al sur.
Estos días han querido que algunos miembros de su coro de Bélgica les visitaran para hacerles participes de su bienestar, de sus paseos al sol, paisajes y conversaciones. Han montado toda una apretada agenda que incluía tapear en Vélez Blanco y Vélez Rubio, visitar las bodegas de Bullas (Murcia) y una actuación conjunta de los dos coros. Esta última actividad tuvo lugar en la Ermita de la Concepción (rehabilitada y cedida por José) con un repertorio flamenco y renacentista. Al final Canticorum Medicale invitó a cenar al Molino, todo exquisito, cantos incluidos. Fue una maravillosa velada. En este caso sin que nadie desentonara.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cerrabas diciendo Viva la Musica, hola Paco, el arte deposita en todo lo que expresa un fermento generoso por el culto a lo bello;que un llamamiento heroico suena mejor en rima, y que no puede haber más vibrante clarin que un verso generoso; que la causa de lo bello nunca se ve desertada por el culto de la verdad y el reinado del bien; que se puede ser a la vez poeta,ciudadano y fundador, Orfeo, Anfión y Tirteo;que cantar es obrar cuando cantando conseguimos que a nuestro paso se inclinen los árboles, que las fieras se amansen, que los marmoles se conmuevan, y que surjan héroes para defender las buenas causas.RAPIDA