Este es el título de una exposición de la Domo de La Coruña en la que se relata las características fundamentales de la familia de los hóminidos (en la foto homo neanderthalensis, homo habilis, homo erectus y australopithecus afarensis), y por extensión de los humanos (homo sapiens), a lo largo de casi 7 millones de años. Es curioso como los humanos hemos querido seguir presumiendo de ser el objeto final de la evolución. Bien es cierto que podríamos ser el objeto más complejo del universo pero de ahi a pensar que toda la evolución ha trabajado para nosotros, que no hemos sido fruto del azar, hay una gran diferencia. Ya que no somos el culmen de la perfección, los elegidos por los dioses, sin imperfecciones, entre otras razones porque seguimos evolucionando aunque no lo apreciemos.
La exposición resalta las coincidencias con otros homínidos y otros seres vivos. Sirva de ejemplo el casi magico ADN del cual compartimos mas o menos fragmentos con otros animales.
La coincidencia de un porcentaje mas o menos elevado del ADN con otros animales, mayor con los primates, mamiferos o vertebrados es una linea argumental que refuerza las teorias de la evolucion frente a cualquier otra teoria o idelologia (ahora por ejemplo el reaccionario, y también presumido creacionismo inteligente).
Pero la evolucion tambien le enseña a la familia inteligente a ser humilde. Polvo de estrellas al fin y al cabo con el prestamo de la experiencia de todo el universo, el planeta tierra y todos los seres vivos. Hay razones para ser presumidos pero tambien para ser humildes, ascéticos y solidarios con el resto de los habitantes del planeta -humanos incluidos-.
1 comentario:
Vamos caminando. Ante nosotros se levanta el polvo, recibe nuestros pasos y luego los entierra. Pero el espacio nos sigue sin descanso y sin interrupción, pues sabe cuán largo es el viaje que puede hacer un hombre. Son tantas las plantas que han hollado el mismo lugar, que todos los granos de polvo no vastarian para contarlas. Si todos los hombres dejasen siempre su huella tras de sí, ¡ qué extraños recorridos podríais hacer sobre sus pasos!.El os impondría un honrado vaivén de la cama al trabajo y del trabajo a la cama; otro os conduciría paso a paso desde el granero natal al palacio que hoy ocupa.Tal vez iríais de la Bolsa al parapeto del río, del umbral enlutado a la cita de amor, ¡ y cuántas huellas de niños, completamente nuevas, terminarían bruscamente, sin continuación y sin retorno!El hombre llevó su huella lo más lejos que pudo, pero la huella desaparece siempre en algún punto de la tierra,como un hilo enredado y súbitamente roto. Yo creo que el hilo de nuestros vagabundeos se prolonga más allá de este mundo sin romperse nunca, y que en la noche de los tiempos enlaza entre sí los innumerables soles por los que hemos pasado. RAPIDA.
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