JOAQUÍN, NUESTRO PRINCIPE, AFINA DE NUEVO

Hace algunos meses uno de mis apuntes fue «Joaquín esta en el camino». A Joaco, como creo que le llaman algunos amigos, le habían descubierto una leucemia, lo que se le sumaba a su afección cardiaca. Desde entonces hemos mantenido conversaciones y conversaciones. Entonces queríamos recuperar la importancia de estar en la vida a pesar de todo, saber vivir, a pesar de todo. Hablabamos que los pesares no están en las enfermedades sino en las vanidades, en las «pasiones» de los humanos, que al no alcanzar a ser nuestros dioses inventados, aspiramos a ser héroes. Perdemos parte de nuestra vida en la falsa aspiración de ser algo fatalmente imaginado que nos aturde y nos enferma. Joaquín eligió vivir con su enfermedad física pero curarse de la mental y espiritual.

Puede que sea una fantástica y gloriosa casualidad pero, después de unas vacaciones merecidas y disfrutadas, los análisis le han dado 0.0 -como el dice- en sus análisis de celulas cancerígenas. La «epigenética» le ha jugado una mala pasada a la genética, el «medio ambiente» de Joaquín ha conseguido por el momento aislar a las propuestas perturbadoras de sus genes. Es una buena noticia.

De esta manera Joaquín a vuelto a afinar sus instrumentos intelectuales para deleitarnos con la intensidad y voracidad de su música. Como un «prince» que al fin libre puede volver a inundar los escenarios de infinitos acordes.