Me ha parecido oportuno "hablar" de Obama por todos los significados locales e internacionales que le acompañaban. Creo es oportuno seguir haciéndolo. Hemos hablado de sus fortalezas, ahora podemos hacerlo de su fragilidad ante lo imprevisto, la incertidumbre -siempre dependiente de múltiples variables, de la complejidad, de los equilibrios factibles en cada momento. La rapidez con la que el péndulo ha regresado al lado de los conservadores, que han ganado las elecciones en Estados Unidos el pasado 2 de noviembre, es aleccionadora. El ciclo progresista que abrió el triunfo de Obama, hace sólo dos años, hoy se ve frenado o amenazado. La agenda de los cambios (medio ambiente, migración, multipolaridad, ...) deben de ser guardada en el cajón en espera de mejores tiempos. ¿Qué explica este contundente viraje del electorado hacia la derecha? Obama fue autocrítico inmediatamente -es reconfortante ver que un político lo sea- con las formas de su liderazgo. Bien, asi se puede aprender y rectificar. Pero, en cualquier caso, el factor mas contundente es el fuerte conservadurismo político y social de la realidad estadounidense, que, en cualquier caso debe ser tenido en cuenta.
Para analistas políticos y personas comprometidas con una visión más "progresista" vuelve de nuevo la incertidumbre -sino la decepción- sobre la profundidad de las reformas a emprender y, sobre todo, como garantizar que puedan ser viables. A mi mientras me gusta seguir hablando de un Obama comprometido con un mundo mas justo y pacífico, por supuesto.
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