martes, noviembre 02, 2010

TODOS LOS SANTOS VIVIENTES (∑π, επ)

Se acaba de celebrar el día de todos los santos, de los muertos o, para algunos más anglófilos, Halloween (relacionado con una fiesta celta y la víspera de todos los santos).
Elijan ustedes si celebrar la catrina mexicana que parece reirse de todos o la congregación de todos los martires. Aunque haya coincidencias, antropológicamente no es lo mismo. La muerte puede ser entendido como algo relacionado con el ciclo de la vida, con la fragilidad, o como un acontecimiento macabro, cruento. Yo me inclino por lo primero.
Hay culturas e interpretaciones para todos los gustos, desde la festividad a la tragedia. Una opción u otra puede condicionar toda nuestra vida. El miedo a la muerte puede hacernos vivir temerosos, constreñidos, dependientes., más artificiosamente frágiles. La naturalidad de la muerte nos puede conceder libertad para disfrutar (carpe diem), en la aceptación de nuestra futilidad y fragilidad. No son recetas mágicas, sino filosofías de vida que, como siempre, habrá que "negociar" con nuestro entorno y nuestras emociones.
No es de extrañar que no me gusten los funerales, ni los ritos funerarios. occidentales. Prefiero demostrar toda mi cariño y solidaridad en lo cotidiano de la vida.

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