Durante todo el verano las mujeres continuaron sentadas. Nos transmiten tranquilidad. Todo parece ir bien si ellas están ahí. Lo hacen siempre que el tiempo lo permite, son un sensor del bienestar de la calle. Siempre Juana, Victoria y Dolores, en este caso acompañadas de Francisco, yerno de la primera. Comenzaron en algunos días de mayo, sentadas en el escalón pendientes de las noticias personales, de su casa, de la calle y del pueblo (las fiestas, la boda de la Cati -el hijo de ...-). Asi durante todo el verano.
Su estrado siempre está abierto para todos los traseuntes con ganas de hacer una parada. En este caso Jose (en el carricoche), su madre, su abuela y su bisabuela (Dolores). El bienestar está asegurado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario