Subía hacia mi casa, después de reclamar el mal estado de mi mermelada de chirimoya en el Sur de Granada, me había acompañado María, Juanma y Beatriz, habíamos degustado un buen vino de Mendez Moya (Dolar, Granada), decidí hacer una parada en la Taberna del Beso (porque a su lado está la hermosa calle del beso), restaurada por el siempre sonriente Hassan, donde antes había una taberna de vinos de costa que visité siendo casi adolescente con mi malogrado amigo Rafa Villegas -buscador incansable de lo auténtico de cada tierra-. Estaba hablando con la amable Delphine, cuando un joven barbudo ocupó la parte de la barra contigua a mi, estaba hablando de que se encontraba superultramegacontento por el concierto en el que había participado, en un nomento me pidió disculpas por molestarme y me acarició la espalda, sin duda era bastante cariñoso, fue agradabel. Nada mas.
PD: Al día siguiente me enteré de que realmente era una persona encantadora que han prometido presentarme.
PD: Al día siguiente me enteré de que realmente era una persona encantadora que han prometido presentarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario