Mientras veo nevar por los cristales de mi casa recuerdo la carrera que ayer hice con Juanmi por la Sierra de Huertor, desde los Peñoncillos para arriba. Todo el tiempo en un bosque de pinos, con vistas maravillosas, pisando la tierra, sin ningún coche, sin ningún ruido.
Me costó un poco arrancar aunque al final terminé relativamente bien. Me acordaba de que en la última luna llena corrí con Juanma (no Juanmi que se rajó) por la ribera del rio Genil. Le comentaba que me faltaba entrenar un poco más y perder algo de peso para sentirme más cómodo en las carreras. Que iluso, después me di cuenta de que se me había olvidado la edad y las precauciones que tengo que tener con el aleteo del corazón.
Es obvio que en muchas ocasiones la endorfinas (el placer) se sobreponen a la filogenia (el cuerpo), y hay que decir que una imposición dulce, suave y poco traumática. Cosas de las drogas -aunque sean naturales-.
Me costó un poco arrancar aunque al final terminé relativamente bien. Me acordaba de que en la última luna llena corrí con Juanma (no Juanmi que se rajó) por la ribera del rio Genil. Le comentaba que me faltaba entrenar un poco más y perder algo de peso para sentirme más cómodo en las carreras. Que iluso, después me di cuenta de que se me había olvidado la edad y las precauciones que tengo que tener con el aleteo del corazón.
Es obvio que en muchas ocasiones la endorfinas (el placer) se sobreponen a la filogenia (el cuerpo), y hay que decir que una imposición dulce, suave y poco traumática. Cosas de las drogas -aunque sean naturales-.
2 comentarios:
A pesar del frío, he salido esta tarde a recargarme de endorfinas.
Un abrazo,
Pax hominida
... y hablando de filogenia, ¿sabes que hay un artículo muy interesante en el que se pone de manifiesto que muchas adaptaciones en el cráneo, columna, piernas y pies parecen encaminadas a la adaptación a la carrera de resistencia? Te dejo el link del abstract http://www.nature.com/nature/journal/v432/n7015/abs/nature03052.html
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