No he seguido demasiado en directo la Eurocopa de futbol. Hace tiempo que decidí pasear mis emociones por otros lugares mas provechosos. Aunque el fútbol es mas que un deporte y por tanto no huyo de la socialización a través de las conversaciones que se me presentan al respecto ("ateo pero religioso").
El destino ha querido que Carol y Carlos José me invitaran a Andrés carne de Res un restaurante al menos entre kish y camp (merece la pena visitar el enlace). Incrustada en su pared, como un elemento mas entre artilugios de carton, hojalata y madera, había un televisor que me permitió, mientras degustaba las magníficas viandas, contemplar el partido, disfrutar del buen juego, compartir, brindar y aplaudir con mis amigos colombianos el triunfo de la selección española, tal como hizo muchísima de la gente que había en el restaurante. En fin de vez en cuando las emociones te juegan una mala pasada.
El destino ha querido que Carol y Carlos José me invitaran a Andrés carne de Res un restaurante al menos entre kish y camp (merece la pena visitar el enlace). Incrustada en su pared, como un elemento mas entre artilugios de carton, hojalata y madera, había un televisor que me permitió, mientras degustaba las magníficas viandas, contemplar el partido, disfrutar del buen juego, compartir, brindar y aplaudir con mis amigos colombianos el triunfo de la selección española, tal como hizo muchísima de la gente que había en el restaurante. En fin de vez en cuando las emociones te juegan una mala pasada.
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