Diez organizaciones se han comprometido a apoyar gobiernos, comunidades, mujeres y niñas a abandonar la práctica de la mutilación genital femenina. Es necesario, más de 3 millones de chicas cada año sufren este martirio, y más de 150 millones de mujeres viven con estos efectos su vida entera. Las consecuencias físicas y psicológicas de esta violencia son una invasión grave a su integridad y dignidad. No es permisible.Esta práctica está más extendida en África, principalmente desde Senegal hasta el Cuerno de África y entre el delta del Nilo y Kenia. En algunas zonas, especialmente en el Cuerno y Egipto, la prevalencia de la mutilación genital femeninaalcanza casi el 100%.
"Reconocemos que las tradiciones suelen ser más fuerte que la ley, y la acción legal por sí sola no es suficiente", admiten las agencias de la ONU implicadas. "El cambio debe venir también desde dentro. Esta es la razón por la que es fundamental para nosotros unirnos y trabajar estrechamente con las comunidades y sus dirigentes para que puedan lograr el cambio social sostenible". La declaración subrayó que, debido a que la MGF es una convención social, la mejor manera de cambiarla es trabajando con las comunidades donde se practica.
Se cree que dentro de estas comunidades, la decisión de abandonar la práctica debe ser colectiva, explícita y generalizada para lograr un cambio positivo. Los grandes éxitos se han dado allí donde tanto el gobierno central como grupos de la sociedad civil han trabajado juntos durante más tiempo.
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