Jugaban en la Romareda el Zaragoza y el Barça. En un lance del juego Samuel Eto'o, uno de los leones indomables (Camerún, 10/3/81, 1,80 m de altura y 75 kg de peso), parecía muy decidido a marcharse del campo, detrás de él todos sus compañeros, algunos jugadores del otro equipo y el arbitro del encuentro. Ya cerca del vestuario, con la comparecencia de su entrenador, consiguieron convencerle de que se quedara... No me quedó claro la causa de tal alboroto- Hoy en los informativos de Cana Sur Andalucía y en la Primera han dejado claro que era por la indignación del jugador por los delesnables insultos racistas. Me parece muy bien su actitud, al fin y acabo era un método noviolento de poner en evidencia la violencia de los incompetentes racistas.
Tengo que comentar que tampoco me gusta demasiado este jugador, quizás lo he visto en ocasiones demasiado altivo, por lo que ha tenido a pedir perdón, especialmente después de la celebración del pasado título de liga. Pero me ha encantado que al unísono todos los implicados en el juego le pidieran que siguiera en el partido porque esta una manera de descalificar a los racistas. Soy solidario con él y me alegro de que contiuara jugando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario