El caqui, también conocido como palo santo, es una fruta tropical que pertenece a la familia de las ebanáceas, de pulpa anaranjada, dulce y jugosa, contiene carotenos taninos, que le dan un gusto algo áspero, provitamina A, que le confiere al fruto su color característico, vitamina C y potasio. Su origen parece estar situado en China y Japón desde donde se expandió por todo el mundo, llegando a España en el siglo XIX.
Años más tarde Gabriel, nacido en Macael, de padre relacionado con la extracción del marmol y madre carnicera -lo que le permitió dar carrera su hijo- decidió estudiar Humanidades en el Colegio Universitario de Almería y después trasladarse a Granada para hacer la especialidad de Antigüedad. Tenía vocación "paleolítica". Coincidi con él en los dos últimos años de carrera y en la contestación al franquismo. Gabriel era un buen compañero, en el sentido amplio de la palabra, muy buen estudiante y colega. Fueron dos años de polémicas, diálogos y aprendizaje: Althusser, Sofri, Baltra, Childe, marxismo y postmarxismo... con Antonio, Fernando, Cristobal, Marisol, Vicente, Paco, ... y todo lo que nos pusiera delante. A Gabriel "quién lo busca lo encuentra" para bien -lo cual es fácil con un poco de inteligencia y sensibilidad- y para mal -si eres un poco burro-. Finalmente conseguimos terminar la carrera y vivir dignamente de ella. Somos unos privilegiados, disfrutamos de ello y lo compartimos.
El destino quizo que Gabriel se mudara a un pueblo de la vega granadina y que en su casa hubiera un caquilero, mimado y cuidado biológicamente, lo cual incluye una red para competir con los pájaros depredadores. Llevamos años hablando del caquilero y por fin el otro día pudimos hacer coincidir la esmerada recolección con la degustación de los mismos. La cena, junto a la chimenea, también estuvo bien. Los caquis anaranjados, dulces y jugosos fueron trasladados al Albayzin y poco a poco están siendo deglutidos y paladeados.
Años más tarde Gabriel, nacido en Macael, de padre relacionado con la extracción del marmol y madre carnicera -lo que le permitió dar carrera su hijo- decidió estudiar Humanidades en el Colegio Universitario de Almería y después trasladarse a Granada para hacer la especialidad de Antigüedad. Tenía vocación "paleolítica". Coincidi con él en los dos últimos años de carrera y en la contestación al franquismo. Gabriel era un buen compañero, en el sentido amplio de la palabra, muy buen estudiante y colega. Fueron dos años de polémicas, diálogos y aprendizaje: Althusser, Sofri, Baltra, Childe, marxismo y postmarxismo... con Antonio, Fernando, Cristobal, Marisol, Vicente, Paco, ... y todo lo que nos pusiera delante. A Gabriel "quién lo busca lo encuentra" para bien -lo cual es fácil con un poco de inteligencia y sensibilidad- y para mal -si eres un poco burro-. Finalmente conseguimos terminar la carrera y vivir dignamente de ella. Somos unos privilegiados, disfrutamos de ello y lo compartimos.
El destino quizo que Gabriel se mudara a un pueblo de la vega granadina y que en su casa hubiera un caquilero, mimado y cuidado biológicamente, lo cual incluye una red para competir con los pájaros depredadores. Llevamos años hablando del caquilero y por fin el otro día pudimos hacer coincidir la esmerada recolección con la degustación de los mismos. La cena, junto a la chimenea, también estuvo bien. Los caquis anaranjados, dulces y jugosos fueron trasladados al Albayzin y poco a poco están siendo deglutidos y paladeados.
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