Del 23 al 28 al se ha celebrado el XI edición del Festival de Música Renacentista y Barroca de Vélez Blanco y el curso Diálogos de las culturas sacra y profana en la gestación de la España Moderna. Era una convocatoria con un sabor muy especial porque la crisis amenazaba con sesgar la maravillosa trayectoria de los últimos diez años. Pero todo ha salido muy bien, gracias a la entrega y el talante de directores, colaboradores, voluntarios, grupos, orquestas, alumnos y la gente del pueblo.
El festival lo inició la Orquesta Ciudad de Granada (a la que corresponde esta foto), genial, y fue clausurado por un Concierto Orquesta Ciudad de Almería (OCAL) y la Coral Virgen del Mar, todo un lujo, ambas en la Iglesia de Santiago. Los días transcurrieron dulcemente con las conferencias en el teatro y los conciertos en el castillo, mientras íbamos disfrutando de la música, de las letras, de la arquitectura, del paisaje y de la cultura y etnografía de las gentes del pueblo.
Quizás por estas razones, creo que fue Bernard Vincent, reconocido hispanista francés, codirector de los cursos, quién mencionó el espiritu de Vélez Blanco, aquel que hace posible este "milagro", pero yo creo que este espíritu reside en sus gentes, todos aquellos que a un nivel u otro colaboran en la organización del mismo, y toda la gente que participa en los enventos que, bueno es decirlo, en su mayoría son del pueblo y que cada vez demuestran una mayor cultura músical, como verdaderos melómanos, en un proceso de alfabetización músical prodigioso.
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