Comenzar enero (Januárium, mes de Jano, dios de los portales), primer mes del años según el calendario gregoriano, con buenas intenciones es una excelente idea que, a veces, llega a convertirse en un desafío. A mi me gusta salir a correr por la naturaleza. Quiere decir esto que estoy en buena forma (:-)), al menos para poder trotar, y que he supervivido a la noche anterior. Es un momento para reencontrarse con el oxígeno del aire, del cielo, azul que circula por tu cuerpo, generado por los árboles, nutridos por la tierra, compartido con otros seres vivos, es un apoyo "vital" para saber que las buenas intenciones podrán ser llevadas a cabo. Todas estas razones lo son, igualmente, para reencontrarte contigo mismo.
He salido de Vélez Blanco por la carretera de María, hasta la casilla, allí el camino que lleva a la toma de agua y al camino del Peral, para descender entre pinos viendo el castillo y el pueblo, al final he pasado por el barranco de las fuentes -con un agua exquisita, también vitalizadora-. La forma física no es la ideal, aunque las mariposas están muy bien, gracias, pero hay que seguir adelante -esto forma parte de las buenas intensiones-. Por eso he decidido fijarme más en el tiempo metereológico que en el cronológico (un desastre, pero cabalgamos).
He disfrutado de un día soleado, pero ya hace falta que llueva algo.
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