Biopoder es un término propuesto por el filósofo francés Michel Foucault para referirse a las prácticas de los estados de "explotar numerosas y diversas técnicas para subyugar los cuerpos y controlar la población". Como muchas de sus intuiciones y propuestas es muy sugerente, porque rescata la importancia del cuerpo en lo social y lo político.
Sin restarle importancia a la propuesta del filósofo, mas bien complementándola, creo que se podría ampliar la perspectiva: la vida, nuestros cuerpos son escenarios de las luchas de poder. Pero el poder no es siempre violento, como lo entiende una parte importante de la politología. Habría que añadir lo que otros pensadores dicen sobre que el amor es la fuente principal del poder (ordo amoris). Esta visión nos permite, modificando algo de la propuesta inicial de Foucault, alejarnos de una visión "violentológica" del poder, y tener una perspectiva "pazológica" mas abierta.
Efectivamente, nuestras vidas, nuestros cuerpos forman parte de una red de poder de la que formamos parte todos los seres humanos y que está interaccionada con todo el medio (otros seres vivos, naturaleza, planeta, universo). Contrariamente, al menos por falta de argumentación en este sentido, al pensamiento foucaultiano, nuestros cuerpos establecen entre ellos redes personales y colectivas de una fuerte empatía, que se sustenta en la propia reproducción de la especie, la sexualidad, los cuidados, la solidaridad o la cooperación.
La presencia de nuestros cuerpos despierta emociones, curiosidad, reconocimiento, comunicación, miradas, acercamiento, contacto,... que sirven de apoyo para la identidad colectiva, la socialización, la empatía, el establecimiento de relaciones, la confianza o el amor. Los cuerpos pueden ser interpretados, puestos en escena, por tanto, como constructores de paz. Una Cultura de la Paz del Cuerpo es esencial, "vital", para que las sociedades sean más pacíficas.
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