sábado, febrero 05, 2011

LA LUZ DE LA CAVERNA (∑π, επ)

En Occiente es bien conocido el mito de la caverna. Esta  extraordinaria alegoría, escrita por Platón, relata como los seres humanos tenemos miedo a un conocimiento libre, que nos pone en contacto con lo desconocido o incontrolado;  preferimos conservar nuestra ignoracia, nuestros dogmas, que abrirnos a nuevas incertidumbres.  El confort, la comodidad o la norma establecida, dados como inmutables se convierten en nuestras cadenas, en las ruedas de molino que nos arrastran hasta los abismos. Una caverna en nuestras entrañas es un espacio deprimente, oscuro, contaminado, sin vida. Sin embargo, la imaginación, la conciencia del mundo que nos rodea, las vivencias de los demás, el reconocimiento de la fragilidad, la sensibilidad, la creatividad de las emociones, la búsqueda de la armonía, los márgenes de nuestra realidad, la variedad del entorno, la complejidad, nos dan luz y alas para volar en nuestras vidas.
Conforme escribo, reviso e invierto este escrito me doy cuenta de la importancia de las energías, las luces, que tienen capacidad para alumbrar las cavernas. Asimismo percibo como todo esto puede tener contacto con la meditación y la mística. Tendremos que seguir indagando.
Este me ha surgido a partir de la foto puesta en mi perfil de facebook y las opiniones sobre ella; curiosamente yo estaba siguiendo el camino de Federico de Motos y las pinturas rupestres del Comarca de los Vélez.

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