Siento el otoño en cuanto comienza a aparecer, cambia el ambiente, el paisaje, los colores, los árboles, la temperatura, los sonidos, los olores, las formas de vestir, de comportarse. Después del calor del verano es entrañable. Tal vez sean los árboles la señal más evidente de que algo está sucediendo, me gusta estar cerca de ellos, acompañarlos en este trance, sentirme acompañado por ellos. El otoño te sirve para darte cuenta de que estás vivo.
En la foto Isma, Fernando, Leo y un servidor camino del bosque vertical de la Sagra.
1 comentario:
Encantada de ver estas fotos , aunque Leo ya se había encargado de contarnos con gran entusiasmo la aventura. He leído el comentario de Manuel y creo que estarás muy contento de la admiración que todos sienten por ti.
Yo recuerdo que hace muy poco les dabas volteretas en la plaza del Pueblo. Ahora les enseñas tu experiencia como hombre de montaña y tu constancia en lograr metas. Eso es bueno , y solo quiero añadir una cosa : " El saber es el único bien que enriquece al hombre cuando lo trasmite". Un beso , y haber si nos vemos pronto para hacer una excursión de las nuestras.....ya sabes , con buen vino , que también enriquece mucho ,
Maria.
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