Sin animo de ser biologicista[*], podemos y debemos hablar de los sustratos biológicos de nuestras conductas. Y nada mejor que hacerlo de aquellos que promocionan la solidaridad, la cooperación o la filantropía. Este es el caso de la oxitocina una hormona conocida en los ambientes científicos pero quizás no del todo divulgada. La oxitocina ha sido llamada la hormona del amor y de la fidelidad ya que regula patrones sexuales y de afecto, contribuye además a potenciar la generosidad de las personas. Asi lo ha demostrado Paul Zak en Nature y PLoS ONE.
Mientras hablábamos contínuamente de la testosteroma como hormona masculina, relacionada reiteradamente con la violencia, otras hormonas igualmente importantes y, en cualquier caso, que forman parte de la compleja conducta humana, pasaban injustificadamente desapercibidas. Unas y otras son igualmente importantes y todas son benefactoras a pesar de que a veces adoptemos visiones simplistas. Bien es cierto que la oxitocina puede que sea mas femenina.
[*] que supone reducir todo a lo biológico, menospreciando el papel de lo social y la cultura
Mientras hablábamos contínuamente de la testosteroma como hormona masculina, relacionada reiteradamente con la violencia, otras hormonas igualmente importantes y, en cualquier caso, que forman parte de la compleja conducta humana, pasaban injustificadamente desapercibidas. Unas y otras son igualmente importantes y todas son benefactoras a pesar de que a veces adoptemos visiones simplistas. Bien es cierto que la oxitocina puede que sea mas femenina.
[*] que supone reducir todo a lo biológico, menospreciando el papel de lo social y la cultura
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