Recuerdo cuando era un niño que comprábamos almencinas para comerlas y lanzar sus huesos a través de un tubo de caña. Procedía de la recolección de los almencineros, del campo. Alimentaba y entretenía. Era un juguete sin baterias, reciciclable en su totalidad. Lo vendían en las fiestas de otoño y hace tiempo que no lo veía. Para mi sorpresa en el campus de la Uji (ver comentario anterior) hay plantados decenas de estos árboles y, además, se llaman lidón (igual que mi amiga). Ahora le estoy enseñando a la gente ya que para la mayoría pasa desapercibido. Nadie juega con ellos, nadie se come los frutos. Sera necesario reeducarnos.Esta página es para amig@s, acompañantes, estudios@s (επ) y naúfrag@s en general en la búsqueda de un mundo más pacífico, menos violento, justo y sostenible. Son historietas cotidianas de «paz imperfecta» (∑π), que a todos nos ocurren, que nos relacionan con la complejidad de donde procedemos. Como también creen otras muchas personas, se escribe para conocerse a si mismo.
lunes, noviembre 26, 2007
LAS ALMECINAS: UN JUGUETE ECOLÓGICO (∑π)
Recuerdo cuando era un niño que comprábamos almencinas para comerlas y lanzar sus huesos a través de un tubo de caña. Procedía de la recolección de los almencineros, del campo. Alimentaba y entretenía. Era un juguete sin baterias, reciciclable en su totalidad. Lo vendían en las fiestas de otoño y hace tiempo que no lo veía. Para mi sorpresa en el campus de la Uji (ver comentario anterior) hay plantados decenas de estos árboles y, además, se llaman lidón (igual que mi amiga). Ahora le estoy enseñando a la gente ya que para la mayoría pasa desapercibido. Nadie juega con ellos, nadie se come los frutos. Sera necesario reeducarnos.
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