El título pudiera parecer que hace referencia a un grupo victimas de la guerra reclamando paz. Pero no es así, más bien todo lo contrario, un grupo de mujeres de Granada que perdieron a sus maridos a causa de la vida. Porque forma parte de la vida nacer y morir. Y tomar partido por la paz desde el amor a la vida es más importante. Y así ha sucedido, esta organización de mujeres que quiere seguir viviendo, se cuidadan, salen a la calle, coquetean con el medio, se encuentran a sus compañeras, comparten sus preocupaciones, participan de actividades culturales, meriendan juntas (puede que sea los jueves) y, ahora, han decidido hacer unas jornadas sobre la paz. Están preocupadas por una paz de la que participan y obtienen beneficios, pero saben que no es lo mismo en todas partes. Por esta razón quieren cultivar y cuidar la paz, en Euskadi, en Irak, en Afganistán, o en cualquier pate del mundo donde haga falta.El otro día tuve la oportunidad y la suerte de estar con ellas, dentro de un ciclo organizado por el Instituto de la Paz y los Conflictos, con el especial cariño de María y Jorge. Allí estaban guapas, arregladas, atentas y participativas. Entre ellas Elvirita y Encarnita (digo yo que será asi ya que asi llamamos a su hija) y muchas más que pueden dar fe de lo que digo. [El dibujo es de Elvira M.]
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