El futbol como espectáculo de masas es más que un deporte -al igual que el Barça es más que un club. Es un medio de socialización, de entretenimiento, de diversión, pero sobre todo de relación con otras personas. No sería nada sin los comentarios en las casas, en los bares, por la calle, sin el reconocimiento de los otros como interlocutores de tal materia. Paraliza trabajos, parlamentos, ciudades y paises. El futbol gestiona pasiones y emociones. Tantas que el otro día oí comentar que en algún lugar habían crecido las ventas de consoladores en relación con el Mundial.
Quizás por razones parecidas a mi no me guste tanto. Prefiero depositar mis emociones en otros asuntos. Porque, además, a veces termina siendo alienante, tal como se potenciaba en el franquismo. Bien por la socialización. Mal por lo alienante que antepone el espectáculo televisivo a cualquier otra cosa. Ayer hablando por la noche con Pedro y Ginés -que ponía gran pasión en el asunto- comprendí que era necesario hablar de futbol, porque en caso contrario podría quedarme sin conversación. Voy a hablar del Mundial. Con todo el que se me ponga adelante. Pero no voy a ver ningún partido. Conservaré a mis amigos. Mi versión de los hechos será la que me den ellos. Disfrutaré de la vida, leeré, oiré música, hablaré con las mujeres o pasearé por las calles vacías. Mientras Isidro, Jorge, Pedro, Fernando, Antonio, Ruben o Juan (no recuerdo a ninguna mujer) ven y analizan pormenorizadamente las buenas jugadas -cuando los dioses permitan que estas ocurran. Después me aprovecharé de su sabiduría y les preguntaré sobre como va la cosa, sobre el análisis de coyuntura del Mundial. Seguro que les hace ilusión. Todos saldremos ganando. No puedo prescindir de ellos.
Por cierto que bonito es el logo ."Las caras de alegría del fútbol."
Quizás por razones parecidas a mi no me guste tanto. Prefiero depositar mis emociones en otros asuntos. Porque, además, a veces termina siendo alienante, tal como se potenciaba en el franquismo. Bien por la socialización. Mal por lo alienante que antepone el espectáculo televisivo a cualquier otra cosa. Ayer hablando por la noche con Pedro y Ginés -que ponía gran pasión en el asunto- comprendí que era necesario hablar de futbol, porque en caso contrario podría quedarme sin conversación. Voy a hablar del Mundial. Con todo el que se me ponga adelante. Pero no voy a ver ningún partido. Conservaré a mis amigos. Mi versión de los hechos será la que me den ellos. Disfrutaré de la vida, leeré, oiré música, hablaré con las mujeres o pasearé por las calles vacías. Mientras Isidro, Jorge, Pedro, Fernando, Antonio, Ruben o Juan (no recuerdo a ninguna mujer) ven y analizan pormenorizadamente las buenas jugadas -cuando los dioses permitan que estas ocurran. Después me aprovecharé de su sabiduría y les preguntaré sobre como va la cosa, sobre el análisis de coyuntura del Mundial. Seguro que les hace ilusión. Todos saldremos ganando. No puedo prescindir de ellos.
Por cierto que bonito es el logo ."Las caras de alegría del fútbol."
1 comentario:
EL CIRCO ROMANO
El campo de fútbol, el césped de los jugadores, el inclemente marcador, la turba borracha de goles, y la fe de los mártires jugadores, Esto es un capitulo de la historia universal que es símbolo de todo el mundo. ROMA es mucho más, es cierto, pero también es cierto que aquí está ROMA.a los amigos desconocidos, RAPÌDA
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