lunes, junio 27, 2005

AL-MARIYAT AYYANA

Este el es título, que rememora el nombre antiguo de Almería, del espectáculo de la Fura del Baus para la inaguración de los XV juegos del Mediterráneo. Fue un gran acontecimiento en el que escenificaron varios tiempos: la creación del Indalo, los fenicios, los romanos, los árabes, la reconquista, la sequía, le lejano sureste, emigración y mar de plástico (los invernaderos). La plástica fué espectacular y emocionante en muchos momentos. El mérito es mayor si se tiene en cuenta la dificultad de escenificar la historia de la ciudad, ligada al Mediterráneo en un espacio de futbol y en poco mas de una hora. Quiero resaltar la sensibilidad histórica en dos momentos difíciles de interpretar: la llegada de los árabes y la emigración. Unos altos cilidros de tela blanca que finalmente terminaban formando alminares que remodelanban el paisaje anterior, acompañados de música oriental, moviéndose con cierta parsimonia representaba la llegada del islam, la impresión era de «naturalidad». En un episodio posterior una simple fila de personas con atuendos de los años cuarenta, cargados de bultos y maletas, atravesando un arco de agua nieve, representaban claramente la emigración pero con claras rememoraciones del exilio político. Absolutamente emocionante y espectacular.
El desfile de los atletas, casi media hora, fue con la música en directo de Tomatito acompañado de su grupo (en el que creo que figuraba su hija), también emocionante que el flamenco tenga esta utilidad.
Un pequeño error de «género», en los tiempos prehistóricos las mujeres aparecían pasivas en el hogar mientras los hombres-cazadores dominaban el espacio. Un error imperdonable la «legión» -si, la legión- izaba la bandera olímpica (esto parece que no es resposanbilidad de la Fura). Un toque militarista y nacionalista absolutamente innecesario y fuera de lugar, Cada cosa en su sitio.
Una suerte estar allí. El análisis de coyuntura lo dejamos para la terraza del «Molimalon», donde saludamos y fuimos saludados por todos los personajes que tenían la osadía de pasas por allí a esas hora. La noche almeriense nos recogió con calidez y dulzura.

martes, junio 21, 2005

EL AGUA CAE POR EL GRIFO

Esta mañana había agua en mi casa. Por lo tanto pude beber, tomar una ducha vivificadora, afeitarme, beber café, limpiar la casa, ... Fue toda una suerte ya que estoy constituido en un porcentaje muy alto por agua y si no la repusiera tendría para mi consecuencias catastróficas (desidratación, mareos, lesiones, ...). Cada vez que me apetece bebo agua, dicen que es muy buena para el riñon y la depuración general del organismo. En realidad esto me pasa todos los días con la excepción única de que en los días pasados estaban arreglando la calle (parece que va a quedar mejor el pavimento y que van a restringir el acceso de los coches) y la cortaron a causa de las obras. El agua de Granada tiene buena fama por proceder de Sierra Nevada. La lluvia, la nieve, los acuiferos, los pantanos, garantizan el agua de año en año. Parece que incluso ahora, que es periodo de sequía, el agua está garantizada. El agua llega a mi casa cristalina, levemente mineralizada y con un poco de cloro casi incipiente para evitar infecciones. Es decir como aprendí en los libros de la escuela: incolora, inodora e insípida.
El agua de la sierra llega hasta mi grifo a través de pantanos, conducciones, kilómetros de tuberías, proceso de purificación en los "filtros", un proceso de control de calidad dotado de las últimas tecnologías y una serie de construcciones y artilugios inventados y mantenidos a lo largo de cientos de años. Todo supervisado por una empresa especializada en este asunto. Aunque todos los meses me cobran algo, es una suerte no tener que ir a la fuente con el cántaro, la lata o cualquier otro tipo de recipiente. Igualmente esta bien no tener que andar muchos kilómetros para encontrarla -como mi "hermana" subsahariana lo hace para alimentar a toda la familia. Cada día me gusta más el agua, cada día disfruto más de ella, cada día soy más privilegiado de que caiga impenitentemente por el grifo.

miércoles, junio 15, 2005

CEDULA DE CITACION

«... Procedente del juzgado central de instrucción número cinco, seguido por un delito de colaboración y pertenencia a banda armada, seguido contra Imad Eddin Barakar Yarkas y 23 mas, se ha acordado citar a Francisco A. Muñoz en calida de testigo propuesto por la defensa de Taysir Alony Kate para que comprezca ante este tribunal, ... día 6 de junio de 2.005, a las 10.30 horas de la mañana para la celebración de un juicio oral con apercibimientos legales oportunos ...» Los propios policias judiciales cuando me entregaban la citación parecían mirarme con cara extraña. Los amigos que la leían resoplaban. La convocatoria es clara «testigo de la defensa», perfectamente comprensible en un estado de derecho.
Creo que como el juicio es público -hay una sala de prensa adjunta y señal de televisión disponible- y por lo tanto puedo contar esta experiencia sin interferir en la marcha de la justicia. Bajo juramento relate a preguntas del abogado defensor sobre las circunstancia en que conocí y colaboré con Taysir Alony en el Instituto de Paz y Conflictos de la Universidad de Granada. A mi siempre me pareció una persona muy pacífica -casi un pacifista- [ya hice algunos comentarios previos al respecto en esta bitácora].
Finalmente me queda la tranquilidad de haber actuado en conciencia. Debo reconocer que me sentí turbado la primera vez que detuvieron a Taysir, incluso que en mi entorno profesional, de amigos y familiar se produjo un cierto repliegue, hasta cierto punto lógico, basado en el desconocimiento y la incertidumbre. La palabra «terrorismo» nos atemoriza, el terrorismo «islamista» además nos desconcierta. Tuve que decidir entre mis miedos y mis privilegios. ¿De qué sirve hablar de solidaridad si cuando creemos que puede existir algún peligro damos un paso atrás? ¿De que peligro se trataba si en cualquier caso nunca podría ser encausado? ¿Qué privilegio perdería por manifestar lo que creía en conciencia?
El día del juicio cuatro personas testificamos sobre las convicciones pacifistas de Taysir Alony y nadie de la Sala lo cuestionó. Al día de hoy las cosas parecen clarificarse, por eso cada vez me alegro más de haber actuado en conciencia de acuerdo con mis convicciones.

sábado, junio 04, 2005

LA MARRAJA

Uno de los rituales esenciales para comprender la vida en Vélez Blanco es ir a la Marraja. Los nativos del lugar no tienen una versión unificada de donde procede el nombre. En el RAE se refiere a un toro o de un buey que astutamente arremete maliciosamente a golpe seguro; cauto, astuto, difícil de engañar y que encubre dañada intención, hablando de personas; y tiburón que alcanza frecuentemente dos o tres metros de longitud. Pedro, dice que pudiera provenir de unas sayas de lana que se llevaba debajo de la falda y que también tenía una faltriquera. Aunque yo, por pura experiencia personal al conocer a Antonio «El marrajo», el actual regente del local, me inclinaría fácilmente por los primeros, ya que todas estas cualidades le podrían ser atribuidas.
Puede que fuera abierto, en el año 46, 44, o 42, por el tío de Antonio, Blas «el marrajo», según recuerda el primero que por entonces tenía 4. También me ha dicho que su madre era Francisca «la marraja», de ahí la herencia. Terminando con la genealogía su mujer es Juana «la curruca» (una familia muy extensa) y le llama a el mi «pajarillo», supongo que será para liarnos más.
La propia geografía del vino que se ha ido sirviendo nos da las coordenadas de donde estamos situados: Jumilla (Enrique Pacheco Pérez), Alicante (Primitivo Quiles), Baza (Los Maños) y ahora Cehegin (Noguerol). Supongo que estas “búsquedas” estaran interaccionadas con la calidad y del buen precio. Ahora mismo, según creo esta en 0.45 € el vaso de tinto.
Estamos en un espacio simbólico a medio camino entre la premodernizad y la era de la globalización. Premoderno por la estética y la ética. Algunas insignias del Real Madrid, almanaque impresionante de Michelín o de otra marca de recambios parecido en lo esencial, mesas de mármol de Macael, jaulas de perdiz –el dueño es cazador-, cajas de abastecimientos por las esquinas, chimenea de madera, … La ética es más difícil de descubrir, sobre todo cuando “el marrajo” te cobra de más cada vez que puede, pero existe en la bondad, quizás haya que buscarla en su orígenes de bar de trabajadores humildes del campo que comparten los avatares de su jornada. Las tapas caseras de Juana, buenísimas.
Ahora los “postmodernos” entre los que se encuentran carteros, socialistas, peperos, maestros de escuela, administrativos, profesores de enseñanza, etc. buscan y participan de esta “realidad”. Quizás en este estadio haya que incluir los desayunos de las mujeres por la mañana a pesar de ser un espacio fundamentalmente masculino. Todas estas circunstancias hacen que se un lugar entrañable para el refugio recuperar nuestra condición de humanos. Me voy ahora mismo a comprobarlo. Ya contare.