Querida Ana, sólo comentarte que una de las botellas de vino que tuviste en bien traerme a la península ha cumplido su noble función de ser compartida con personas de bien. Máxime cuando tu misma no eres especialista, por el momento, en este tipo de prácticas. Efectivamente el Hellera Monje 2004, Listan Negro, de 13º, denominación de origen Tacoronte Acentejo, Tenerife, Islas Canarias, fue compartido y degustado por un servidor, Anita, Paco Olmos, Pedro y Fernando. Es maravilloso que en esas latitudes se preocupen también por este tipo de sensualidades. Suerte que de las dicienuevemil botellas consiguieramos las dieciseismilipico, poco más y nos quedamos sin botella. El acontecimiento tuvo lugar en el bar «Piter y Mercedes» de Vélez Blanco. Anita «la Chica» es la carnicera del pueblo, algún día nos tendremos que ocupar de ella; Paco Olmos, «chiki» -para mi- por ser hermano de su hermana Rocío, se dedica al comercio de mariscos y crustáceos en Barcelona, simpático, dicharachero y facha, aunque como el mismo dice su azul ya está algo destintao -por suerte todos habíamos perdido algo de los más fuerte de los colores de antaño-, Pedro es el de siempre, Sánchez Ruzafa o «el del butano», Fernando es mi cuñadísimo, siempre dispuesto -y que lo dejen- a cualquier degustación preciada. El vino armónico en nariz y boca, dejaba un cierto suave retrogusto afrutado. Sus fines de promocionar la sensualidad y el hedonismo correctamente socializado fueron cubiertos con auténtica eficiencia. Todos te lo agradecemos mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario