JOAQUÍN ESTÁ EN EL CAMINO SIN SER VISTO
Hoy me he encontrado con mi amigo Joaquín (le he pedido permiso para publicar esto) es una persona comprometida con la Paz y los Derechos Humanos, ha sido en este contexto donde lo conocí hace unos cuatro años y desde entonces hemos colaborado en diversos asuntos. Hace cinco años tuvo una operación complicada del corazón, desde entonces debe cuidarse bastante y, según los médicos, es un milagro que siga vivo; hace un mes y medio le descubrieron leucemia (cáncer en la sangre). Se lo ha pasado realmente mal, ha tenido una depresión grande. Primero, medicación para bajar los leucocitos (estaban en 150.000), después pastillas para bajar la depresión y conseguir dormir, ahora quimioterapia en pastillas. Se lo esta pasando mal, ha tenido dolores hasta la desesperación, pero vive, sigue aprendiendo a vivir. Desde entonces hemos hablado muchas veces por teléfono y hemos compartido sensaciones, emociones y pensamientos. Ahora somos más amigos.
Hemos tomando el sol en una terraza y después caminando con sus pies hinchados por las calles de Sevilla, me ha re-interpretado, teórica y vivencialmente, dos sentencias vividas en la India. La primera sobre el “dolor”, siguiendo a Buda, el verdadero dolor no es el físico sino el que causa las pasiones y los deseos por encima de los demás, mal socializados (en esto coincide con un ascetismo). La otra “estar en el camino sin ser visto”, también de origen budista; su mensaje no era saber estar el camino, controlando, sin que los demás te percibiesen y adquiriendo más poder; sino ser parte del camino, del propio y de los demás, contribuir a una senda colectiva y solidaria. Un camino que puede ser útil para todos, para los que pasamos ahora y los que pasan después.
Tenemos unos cuantos proyectos por delante, no se si serán muy buenos, pero seguro que nosotros seguiremos aprendiendo y que posiblemente seamos más humanos. Me alegro mucho de poder caminar contigo Joaquín.
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