Ayer detuvieron a mi amigo Taysir Alony. Hace años que hablo con Taysir sobre la paz, la democracia y el mundo árabe, antes de que estuviera en Afganistan, en sus viajes a España, cuando viajaba desde Qatar, a su vuelta de Bagdad, antes de su detención y después de esta.
Creo que pensamos lo mismo sobre ls conflictos del mundo árabe, sobre los integristas, sobre Bin Laden, sobre la insugencia iraqui, sobre la democratización en el mundo árabe, sobre la democracia española, etc.
Los dos creemos que hay que hablar con los que defienden la violencia -es el "aeiou" de la Investigacion para la paz y de la diplomacia. Es necesario oir sus argumentos, concederle la razón en aquello que la tengan y discrepar -radicalmente- de sus métodos violentos. Asi lo hemos hecho en ocasiones y creo que es necesario continua haciéndolo. Es la única manera, a largo plazo,de que los violentos dejen de serlo reconocer sus razones, aportar las nuestras, y discrepar en lo que no coincidamos. Las medidas coercitivas son eficaces en situaciones de peligro y extremas, pero no es la única estrategia a seguir. El aislamiento por el aislamiento, la represión por la represión, sólo conlleva a la locura y mayor violencia, para los unos y los otros.
Paradojicamente a él lo detienen por querer un mundo más justo y pacífico y yo sigo libre. A él lo presionan para pierda parte de su identidad y yo me reafirmo en la mia. Los dos somos ciudadanos de un pais al que queremos pero que nos discrimina.
La única diferencia, puede que estribe, en que es el musulman, origen sirio, y yo "cristiano" de nacimiento. Pero esto no es democrático ni lo que dice nuestra Constitución.
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