sábado, agosto 17, 2013

«SEÑORES, VENGA ALEGRÍA»: EL RIO DILAR Y EL RIO PANCE (∑π)




Debía de tener nueve años cuando fui por primera vez al rio Dilar a bañarme. Era en un autobus "amarillo" (aquellos que hacían el recorrido desde Puerta Real a Dilar, pasando por las casillas bajas y que después de una lucha despiadada, por la hegemonía del recorrido urbano, fueron reemplazados por la Rober). ïbamos mi familia, mama, papa y hermanos, mi tía Matilde, mi tío Alfonso y mis primos.
Recuerdo como las mujeres, con cierta complicidad, cantaban el foxtrop Señores venga alegría letra, teniendo en cuenta que la canción es de 1921 merece reproducir, máxime si se tiene en cuenta que es cantada por una mujer: 
Porque me gusta bailar/ y mi novio se enteró/ cuando me iba yo a casar/ el infame me dejó./ ¡Ay, ay, ay, ay!.../ Mi afición tan singular/ un marido me costó./ El que no sabe querer/ no se puede figurar/ lo que sufre una mujer/ lo que tiene que llorar,/ ¡Ay, ay, ay, ay!.../ si la dejan de querer/ por foxtronear.// Sola en la vida./ Soltera y sola en la vida,/ por una mala partida./ ¡Ladrón! Voy a morir. ¡No!/ ¡Venga alegría!/ ¡Señores, venga alegría!/ ¡Quiero bailar!// Alguien le dijo a mi amor:/ Si la quieres encontrar/ ten un poco de valor/ y la vas a ver bailar. ¡Ay, ay, ay, ay!.../ De demonio tentador/ te tendrás que disfrazar./ Y disfrazado se fue/ de demonio; me sacó/ y en seguida que acepté/ la careta se quitó,/ ¡Ay, ay, ay, ay!.../ y de rabia que me dio/ me endemonié.
El día lo gastábamos saliendo y entrando en el agua con unas zapatillas de esparto que finalmente terminaron destrozadas; de vez en cuando una parada para comer algo, y de postre los melones y las sandías bien fresquitos después de estar todo el día en el río.
El otro día Vicky me llevo al río Pance (Cali, Colombia), que de vez en cuando aparece en crónicas periodísticas de distinto signo, pero lo cierto que es un paisaje encantador y absoluta y maravillosamente popular. Una situación similar, a la del río Dilar, separada por ocho mil kilómetros y cincuenta años. Quizás mucho mas multitudinaria . Podríamos cantar la misma canción y sobre todo el mismo sentimiento: «Señores venga alegría», la vida merece la pena vivirla con gozo y hay muchas oportunidades para ello..

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