Mi primer contacto con el río Dilar fue hace muchos años, debía tener alrededor de 10 años, fue un viaje en los autobuses amarillos, aquellos que iban al Zaidín, recuerdo como la gente cantaba con alegría "... venga alegría, señores venga alegría, por una mala partía, ladrón quiero vivir..." (no tiene desperdicio, un foxtrot de José Casanova); también recuerdo los melones metidos en el río y que se me rompieron las zapatillas que llevaba de cáñamo de tanto meterme en el agua. Pocos años después fui a un campamento con los boy scouts y terminamos haciendo una excursión aventura hasta la laguna de las yeguas. Toda una heroicidad.
Ya siendo "mayor" lo retomé como senda para correr con mi amigo -guía de caminos de tierra y epistémicos- Morillas (Jose Manuel Martín) un poco más arriba de Dilar, pasando por la central eléctrica, sorteando una y otra vez el río.
Hace un año subimos en la búsqueda del Lagunillo Misterioso, cerca de la Laguna de las Lleguas, donde nace este rio. Hace pocos meses vajamos desde el Canal de la Espatera por la vereda del Buho hasta su toma y después subimos ..todo el camino con nieve, fue muy duro,....Y hace unos días de nuevo chapoteamos a lo largo de río, protejidos por las faldas de los Alayos. Todavía tengo los bellos recuerdos
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