Charo es de Pulianas (¿o Pulianillas?) pero emigró por razones laborales a la calle san Juan de Dios, donde regenta, junto con Miguel, un kiosko de prensa. Allí, solícita, trabajadora incansable, gestiona todos los períodicos, revistas, fascículos, colecciones, chicles, caramelos, golosinas, cupones... de mayores, maduros, amas de casa, niños, estudiantes, etc. Con una contabilidad natural envidiable satisface todas las demandas de lectura del día, de la semana, del mes o no se sabe cuando.
Resiste las inclemencias (frío, al calor, lluvia, viento, ácaros y alergias), prácticamente todos los días del año, a regañadientes cuando es necesario, amable siempre y sonriente cuando la ocasión invita. Todo un portento de la naturaleza.
Resiste las inclemencias (frío, al calor, lluvia, viento, ácaros y alergias), prácticamente todos los días del año, a regañadientes cuando es necesario, amable siempre y sonriente cuando la ocasión invita. Todo un portento de la naturaleza.
1 comentario:
Veo que ya vuelves a escribir... ayer se me ocurrió entrar en tu blog y se me hizo raro ese paréntesis.
Pues te cuento que mis kioskeros son una pareja mayor de chinos. Van en bici, llevan ya años en Castellón, en mi barrio, no hablan nada absolutamente de español,o eso parece, abren casi día y noche y en todas las estaciones del año. Siempre tras el mostrador, nos comunicamos y nos entendemos con sonrisas y gestos amables y casi sin palabras.
A ella, a la señora, hace unos años, un skinhead "graciosillo" trató de "ejecutarla" en plena calle delante de mi con una pistola que parecía de verdad y no lo era. Y ahí siguen los dos ganándose la vida a pesar de aquella ejecución simbólica y, según nos contaron otros, de alguna que otra naranja -estamos en Valencia- estampada contra su escaparate por otros descerebrados....
Igual el intercambio de sonrisas semanales les ayuda a estar bien. Como a todos
Sigue bien. Lidón
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