Las mejores barricadas -parapeto improvisado para defenderse de algo- son las que no existen, porque su fin es evitar la comunicación, el encuentro. En el imaginario de la "izquierda" las barricadas representa la lucha -casi siempre con algunas dosis de violencia- contra el capital.
En nuestra vida privada son la resistencia de los unos contra los "otros". No merecen la pena. Además sabemos , por experiencia, que se desplazan por la inconsistencia de los argumentos que las sostiene (¡verdad que si Inés!). Cabe, en cualquier caso, recordar su movilidad para no crearse mas animadversiones de las necesarias, sabiendo que los compañeros de barricada mañana pudieran estar del otro lado y que aquellos podrían estar, mañana, hombro con hombro con nosotros. Mejor que sean ligeras, que las ruedas sean lo mas grandes posibles y, el óptimo, reemplazarla por una mesa y unas buenas copas.
En nuestra vida privada son la resistencia de los unos contra los "otros". No merecen la pena. Además sabemos , por experiencia, que se desplazan por la inconsistencia de los argumentos que las sostiene (¡verdad que si Inés!). Cabe, en cualquier caso, recordar su movilidad para no crearse mas animadversiones de las necesarias, sabiendo que los compañeros de barricada mañana pudieran estar del otro lado y que aquellos podrían estar, mañana, hombro con hombro con nosotros. Mejor que sean ligeras, que las ruedas sean lo mas grandes posibles y, el óptimo, reemplazarla por una mesa y unas buenas copas.
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