GALTUNG EN MEXICO

Antesdeayer pasó por acá el “huracán pacifista” Johan Galtung. Estuvo espléndido, majestuoso e ingenioso como siempre. Estaba en su salía, porque a él le gusta hacer su faena en grandes plazas y (permítanme que use el símil taurino como figura de la vida conflictiva y agónica) ante un público expectante, que terminó por estar entregado. El aula magna de la Universidad, en el bello edificio del paseo literario, estaba llena hasta la bandera. La presidencia estaba ocupada por el Excmo Sr. José García Vilchis -que como director de la Facultad dePolíticas apoyó la Maestría de la Paz-, flanqueado por “Guille” la valiosísima directora actual del citado centro, y Natalia Itx-chel coordinadora de la Maestría de la Paz. Y Johan en esto momentos se crece. Por la tarde presentó sulibro “Trascender y transformar. Una introducción al trabajo deconflictos”.

Asistieron casi todos lo “egresados” de las anteriores promociones y muchos otros profesores de la Universidad. En lo que ser una demostración de que seguían manteniendo el vínculo intelectual y emocional con los estudios de la paz. Hizo un amplio recorrido desde los problemas de una pareja heterosexual hasta la alianza de civilizaciones, pasando por el conflicto fronterizo Perú-Ecuador o la guerra de Irak. También Chiapas, a la que había visitado recientemente, y donde se entrevistó –junto con Fernando (Transcend-Puebla)- con los principales actores de la zona. Su presupuestoes que hay 18 conflictos importantes en esta zona y por lo tanto no tienen sentido los antagonismos bipolares. Estuvo “sembrado” como en sus mejores tardes. Al final palmas, vuelta por el pasillo central y salida casi en hombros. Se entregó a su público y felicitó a la Universidad por tener entre sus preferencias a la Paz, por ser un núcleo de investigación de la paz en México. No queda más remedio que quererlo. Tenemos confianza de que triunfará con su buen hacer en Puebla, Chiapas y otros plazas de México.

Una anécdota personal: estuvo muy afectuoso y en el almuerzo (Finca el Adobe –recomendable) me recordó que debíamos quedaren otra ocasión para cantar de nuevo en Vélez Blanco. Sellamos el trato con un apretón de manos.