Hace ya algunos días que tengo ganas de escribir sobre la noticia aparecida en la prensa de que las autoridades estadounidenses estaban negociando con la insurgencia iraqui. Me he quedado atónito. A continuación reproduzco una de las muchas periodísticas al respecto: «Funcionarios estadounidenses mantuvieron conversaciones secretas con comandantes de varios grupos iraquíes insurgentes en un intento por poner fin a la violencia, dijo el domingo un periódico británico. Consultado sobre la versión, el secretario de Defensa de Estados Unidos Donald H. Rumsfeld, dijo que las reuniones entre funcionarios iraquíes e insurgentes "ocurren todo el tiempo", y que "nosotros facilitamos eso de vez en cuando". Rumsfeld no confirmó que funcionarios estadounidenses hayan participado en las conversaciones. Los comandantes insurgentes "aparentemente hablaron cara a cara" con cuatro funcionarios estadounidenses durante reuniones efectuadas el 3 y el 13 de junio en un chalet vacacional cerca de Balad, a unos 40 kilómetros al norte de Bagdad, la capital iraquí, dijo el periódico The Sunday Times». Por THOMAS WAGNER, 06/26/2005, LONDRES
http://www.azcentral.com/lavoz/spanish/global/articles/global_94685.html
¿El gobierno democrático del presidente Bush negocia con los terroristas de Alqaeda? Porque ese es el apelativo con el que las propias autoridades norteamericanas han calificado a la «insurgencia». Es más, fue la existencia de activistas de Alqaeda uno de los argumentos esgrimidos para la invasión de Irak. ¿Qué ha cambiado? ¿Las fuerza y la perseverancia de la insurgencia o sus argumentaciones lógicas? ¿Hay que esperar las demostraciones de fuerza para negociar con las argumentaciones?
De repente los terroristas se convierten en actores dignos de estar estar en una mesa de negociaciones. Pues estoy de acuerdo. Estoy de acuerdo en que se reconozcan las razones estructurales, sociales y políticas que sustentan a estos insurgentes-terroristas. Porque solamente si se identifican las razones políticas (denuncia de la pobreza, la marginación o la injustica social) se podrá poner remedio a largo plazo de la violencia de los terroristas y, también, de las estructuras dominantes.
Puede que haya algún paralelismo con nuestro pais que dejamos para las conclusiones de cada uno. Pero dado que ahora la «politica oficial Usa» es ahora negociar con los terroristas tal vez podamos aprender algo.
http://www.azcentral.com/lavoz/spanish/global/articles/global_94685.html
¿El gobierno democrático del presidente Bush negocia con los terroristas de Alqaeda? Porque ese es el apelativo con el que las propias autoridades norteamericanas han calificado a la «insurgencia». Es más, fue la existencia de activistas de Alqaeda uno de los argumentos esgrimidos para la invasión de Irak. ¿Qué ha cambiado? ¿Las fuerza y la perseverancia de la insurgencia o sus argumentaciones lógicas? ¿Hay que esperar las demostraciones de fuerza para negociar con las argumentaciones?
De repente los terroristas se convierten en actores dignos de estar estar en una mesa de negociaciones. Pues estoy de acuerdo. Estoy de acuerdo en que se reconozcan las razones estructurales, sociales y políticas que sustentan a estos insurgentes-terroristas. Porque solamente si se identifican las razones políticas (denuncia de la pobreza, la marginación o la injustica social) se podrá poner remedio a largo plazo de la violencia de los terroristas y, también, de las estructuras dominantes.
Puede que haya algún paralelismo con nuestro pais que dejamos para las conclusiones de cada uno. Pero dado que ahora la «politica oficial Usa» es ahora negociar con los terroristas tal vez podamos aprender algo.
5 comentarios:
El desgraciado y reprobable atentado de Londres no hace sino reforzarnos en todos los caminos para alcanzar la paz,
Estoy de acuerdo en que tras cualquier acto terrorista hay algún tipo de carencia social que lleva a la desesperación y por tanto, desde la premisa de que hay un punto ideológico-político, es bueno llevar a cabo negociaciones. Lo malo es que se hagan públicas, como esta que comentas, o que se le quiera dar bombo y platillo, como la de Zapatero. Esto no es bueno por que sino todo desesperado buscaría en la muerte de inocentes sentarse en la mesa de la negociación y esto, al final, nos llevaría a cuestiones ideológico-económicas o incluso ideológico-injustas. ¿Sería bueno sentarse a negociar con quien desea que se imponga en un sitio concreto el burka, los malos tratos, la sharia, etc...? Hay cosas que son innegociables. La cuestión es ¿qué vamos a negociar?
Estando de acuerdo con los anteriores comentarios, y defendiendo la palabra como principal elemento de pacificación dire, que a veces se consigue lo contrario de lo que se pretende conseguir, ¿tendremos integración o desintegración social?. La respuesta ante un criminal muchas veces son las mismas, era un hombre bueno, tranquilo, cariñoso, educado, del que no se podia esperar tal salvajada. En tiempos no muy lejanos el aspecto y el comportamiento de las personas reflejaba en gran parte sus patologias y sus desordenes, pero ahora se ven a personas jovenes, encantadoras de buena familia, que han sido convencidos, por un macabro fanatismo religioso, hasta el punto de sacrificar sus vidas, su hambre genocida les ciega hasta el punto de contemplar niños en Irak o ciudadanos en Madrid o Londres, es una guerra al infiel que nos afecta a todos. Lo mas espantoso es que este atentado parece ser que esta realizado por inmigrantes aposentados desde hace tiempo en Inglaterra, teoricamente integrados, no estamos en presencia de una agresión exterior, sino ante un brote espontaneo del propio tegido social, que a diferencia de los terrorismos de ETA o del IRA, estos se inmolan,en fin el enemigo lo tenemos en casa y parece uno de nosotros practicamente es imposible de prevenir. ¿que se puede hacer ante tal situacion?.RAPIDA
Siempre nos queda la palabra. Hay que aferrarse a ella porque nos humaniza
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