jueves, abril 07, 2005

OPTIMISMO ONTOLÓGICO

Querido Frasquito, ayer me quedé un poco preocupado por la conversación que tuve contigo. La suerte es que me ha permitido seguir elucubrando. A veces parece como si el peso inexorable de los hechos nos condujera al desánimo y al pesimismo. Ya sabemos «teoricamente» que somos unos privilegiados. Nuestro pesimismo mas o menos coyuntural no aguanta el mínimo envite racional de la paz imperfecta y sus esloganes. «Que bien nos lo estamos pasando» [que por cierto nación en Groningen, Holanda, una historia que contare otro día] nos reclama el reconocimiento de lo bueno que nos da la vida en esos momentos. Por cierto ayer Noury me dijo que había terminado un articulo, que posiblemente publique en Marruecos, con esta frase; Beatriz aseveró que a ella le hacía efecto y Jadiya que utilizaba el recurso; Bernardo -Pamplona, Colombia- y Joaquín -Maracena, España- asentían conscientemente. Somos unos privilegiados por estar vivos, en un universo azaroso y caótico. Parece como si el universo se hubiera concentrado para conseguir sacarnos adelante. Podríamos haber terminado como una cucaracha -que razón pueden tener aquellos que piensan en otras reencarnaciones-, mono tití o ave del paraíso. Es una casualidad de causalidades. Sin embargo tuvimos la suerte de ser humanos, lo mas complejo del universo. Tenemos conciencia y consciencia lo que significa que accedemos a mas posibilidades. Es pura teoría de la evolución.
A pesar de todo, desde nuestro privilegio, tenemos angustias y sufrimos. Lógico porque tenemos emociones que nos guían en una u otra dirección. Pero nuestras opciones están también orientadas, en cierta medida -solo en cierta medida- por como nos pensamos a nosotros mismos. Por nuestro modelos ontológicos. Ahí es donde quiero llegar hoy. Qué hacer ante nuestras virtudes y defectos que como seres humanos nos vienen dados por esa evolución azarosa del universo. Sufrir porque no llegamos a ser «dioses», imaginar que nos salimos del universo, o disfrutar por las posibilidades que este devenir nos ha regalado. Podemos optar por un modelo u otro. Entonces es probable que nos libremos de alguna de las angustias cotidianas y, que por qué no, que seamos mas felices.

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