Ya sabemos que lo caótico también puede tener un tipo de orden que no entendemos. Igualmente que la belleza representa sobre todo la armonía. Desde lo caótico horrible hasta la belleza sublime, todo puede resultar incomprensible, de un lado, pero necesario e imprescindible. Todo esto ocurre en mi barrio (el Albayzin), en parte herencia de tiempos pasados, en parte con el consentimiento de los habitantes contemporáneos. Las gentes desiguales del barrio, ricos, pobres, ocupas, granainos, españoles, giris, europeos, africanos, americanos, gitanos y payos, ... la calles irregularmente empedradas, las casas suntuosas o semiderruidas, los huertos y jardines llenos de fragancias, las luces y sombras, los gatos y los perros, los jazmines y las hierbas de los tejados, el sol y el agua escurridiza por las calles, los bellos aromas de las flores y los horrendos de los detritus de los seres vivientes de dos o cuatro patas, la gente encantadora y los "malafollás", ...
Caos y belleza que dilema mas sublime! Que espacio mas privilegiado para vivir, para aprender.
He abierto un espacio en pinterest para ir reflejando y haciéndome consciente de esto. La verdad es que yo mismo me estoy sorprendiendo de lo que veo ahora.
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