lunes, diciembre 31, 2007

CAOS, COMPLEJIDAD Y ARMONÍA CORAL (∑π, επ)

Ando estos días reactualizando mis conocimientos sobre complejidad, los sistemas complejos, el caos, para lo que he retomado a Edgar Morin, Ilya Prigogine, a los escritos de este con Isabelle Stengers, Robert B. Laughlin (Un universo diferente) ... Estoy preocupado por la Complejidad de la Paz, por superar la perplejidad que nos producen los conflictos. Dice el Instituto Internacional para el Pensamiento Complejo, que Complejidad significa la emergencia de procesos, hechos u objetos multidimensionales, multirreferenciales, interactivos (retroactivos y recursivos) y con componentes de aleatoriedad, azar e indeterminación, que conforman en su aprehensión grados irreductibles de incertidumbre. Por lo que un fenómeno complejo exige de parte del sujeto una estrategia de pensamiento, a la vez reflexiva, no reductiva, polifónica y no totalitaria/totalizante. Un contexto inédito y enorme requiere un pensamiento creativo, radical y polifónico. Un pensamiento exorbitante (capaz de pensar fuera de la órbita de los lugares comunes).
La revista Megatendencias dice Ilya Prigogine pasará a la historia como el principal artífice de una revolución conceptual que en los años ochenta del pasado siglo supuso un avance considerable en la comprensión de la lógica de la vida, de los mecanismos evolutivos, de la flecha del tiempo y, sobre todo, de la posición que el ser humano ocupa en el Universo.
Con este bagaje a la espalda tuve la fortuna de desplazarme al encuentro de corales (X Aniversario de la Coral Manuel de Falla de Vélez Rubio). Actuaron Pulpí, Águilas -amas de casa-, los anfotriones y Vélez Blanco) en el teatro de Vélez Rubio. Al fin y al cabo la música es la búsqueda de la armonía. Y en este "viaje" de sólo 6 km. nos acompañó Pitágoras y su doctrina de la Armonía de las Esferas, que es la quintaesencia de la belleza del Cosmos divino armonizado por la concordancia de las proporciones aritméticas y musicales, que extrapoladas al universo entero determinarían que los cuerpos celestes emitan en sus movimientos unos tonos musicales armoniosos cuya combinación produce una maravillosa melodía permanente: «La Música de las Esferas».
El Hodie Christus natus est (L. Feltz, menudo comienzo), No la debemos dormir, Dindirindin, Vois sur ton chemin (B. Coulais-C. Barratier) y el Transeamus usque Bethelehem (J.I. Schable) nos sirvieron para realizar la cuasi perfecta transición de los cósmico caótico y complejo a lo mundano y cuasi armónico.
En la foto un ensayo previo de la Coral de Vélez Blanco

2 comentarios:

zeta dijo...

Que curioso que con tantos pocos días de diferencia no ocupemos de hablar del mismo personaje. Quizás cuando una mariposa bate sus alas en Japón, dos personas terminan tomándose un chocolate con churros en Granada.

Francisco A. Muñoz dijo...

Debe de ser eso, salvo que los "churros mojados en chocolate den alas". Que bien pensado pudiera ser porque si lo dan otras cosas con química desconocida porque no la harina y el chocolate (que tiene cada vez mas propiedades mas emergentes, lo que supone, en definitiva nuevas posibilidades de creatividad).